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...o këmamëll, voz del mapudungún: "corazón del árbol", el centro, el meollo...

martes, 17 de junio de 2025

Poema XVIII o Epígrafes II

Mañana desapacible. Mi calle. Mi barrio. Hoy.

Palo borracho desprendiendo su algodón

Bignonia anaranjada luciendo la esquina

Aguaribay curalotodo

Fitito pintado como yema de huevo

Jardín en la vereda con achiras rojas

Ginkgo biloba amarilleando a pleno

Hornero con el pico en el barro

Huevitos de gallo para completar el desayuno

Antes, mucho antes, mis pies atravesando el umbral de la puerta

Maravillas que sostienen la vida y los recuerdos

Hoy

En mi barrio 

En mi calle

En la mañana desapacible

miércoles, 11 de junio de 2025

Milo, Milo





Te amo para siempre gatito mío que hoy te fuiste de viaje. Eras, como suele decirse, más bueno que el pan, por eso te pusimos Milonguita. Después, claro, nació el apócope~apodo y además, repetido.



Llegaste chiquito en mayo de 2022, lleno de parásitos y con hábitos más bien perrunos. Tardaste un montón en curarte. Y desde que entraste a esta casa no dejaste de ronronear. Nos veías y ya empezabas. Eras amigo de las siete gatas y los otros tres gatos. No te encontraban si querían pelearte, por el contrario, creo que te buscaban para dormir, sobre todo los días de frío.

Soportaste mis lecturas en enfática voz alta en un período muy difícil de mi vida. Pero, claro, tus ronroneos me cambiaban el ánimo y me ayudaban a "desatar a la mujer fuerte".

No sé qué te pasó hoy, el Colo me avisó que estabas debajo de la camita. No puedo dejar de llorarte.

Un día te voy a escribir algo más bonito porque bonita es la historia desde que apareciste en mi vida. Ahora solo me urge desahogarme, por eso miro las mil fotos que te saqué, por eso te agradezco todo lo que me enseñaste.