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...o këmamëll, voz del mapudungún: "corazón del árbol", el centro, el meollo...

miércoles, 18 de septiembre de 2024

Libro y disco~ Disco y libro


En la hermosa y cálida presentación del libro Los hilos de la noche de Ana María Oddo en Yatay Libros~ Haedo, un espacio único en donde se ensamblan las artes en cada encuentro cultural. Gracias Bocaque Vuela por invitarme a leer. Gracias a Lucila por los registros. Gracias por tanta belleza.







 


Castelar lee Poesía

 







lunes, 16 de septiembre de 2024

¿Por qué afuera no hay lugar para mí? en La Calle Larga


Una nueva y hermosa función, anoche en Avellaneda, en un espacio que nos recibió, nos abrazó y nos dio un público con el que entablamos un intercambio necesario.
Cuando desde la butaca de espectador/ora no solamente se agradece sino que se expresan emociones, se comparten experiencias personales y se abre la posibilidad de difundir aún más la obra, sentimos que en el camino se van cumpliendo objetivos, con la belleza y la poesía de una puesta en escena y el compromiso de hacer visible la temática.
Nuestro agradecimiento es enorme así como las ganas de seguir trabajando en este proyecto.
¿Por qué afuera no hay lugar para mí?, la obra inspirada en la investigación que realizó la autora, María Ester Mazza, en un hospital monovalente y creada en el taller de dramaturgia de Patricia Zangaro, pone en entredicho los tradicionales métodos de encierro permanente para pacientes de la salud mental.
Parte de una pregunta fundamental: ¿Por qué una sociedad "saca de circulación" a sus sufrientes? Y confronta en una tensión sin pausa el abordaje psiquiátrico tradicional con una nueva mirada en cuanto al tratamiento de la salud mental. En otras palabras, el enfrentamiento entre la decisión de un encierro sin límite para el paciente “crónico” vs. el trabajo y tejido de tramas comunitarias que promuevan la rehabilitación y la externación asistida.
La obra "¿Por qué afuera no hay lugar para mí?" fue declarada de Interés Municipal, Cultural y Social por El Honorable Concejo Deliberante de Luján.















Después de los manicomios. Clínicas insurgentes
Este libro narra modos de obrar de trabajadoras y trabajadores del hospital Domingo Cabred, amparados en el Programa de Rehabilitación y Externación Asistida impulsado desde 1999 por el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires.
Experiencias, también, pensadas en colaboración con un Equipo de Capacitación de la Escuela Superior de Sanidad de la Provincia de Buenos Aires y un Grupo de Investigación de la Facultad de Psicología UBA que dirige el Proyecto UBACyT (2014-2017) Representaciones de Sujeto y Subjetividad en el movimiento de “Lo Grupal” en la Argentina: presupuestos teóricos y consecuencias clínicas, institucionales, éticas, políticas.
Este libro da cuenta de una intervención entre un equipo clínico en un hospital público y un equipo de investigación de una universidad pública.
Intervención que obliga a pensar qué urge hacer y pensar en los espacios públicos.
Hospitales y universidades públicas representan orgullos de la vida en común. Tejidos de solidaridades tramadas en la historia. Tiempos en los que, todavía, los Estados dicen garantizar el derecho a la hospitalidad y al saber


 

lunes, 9 de septiembre de 2024

La magia infinita del ahora

 


"Es hermoso este tiempo nuevo, esta espera nueva", es la frase que me vuelve una y otra vez mientras miro el espinillo florecido; frase a la que me aferro para poder hacer esto que hace rato quiero hacer: escribir aunque sea brevemente acerca de la obra de Mari Mazza, "¿Por qué afuera no hay lugar para mí?"

Una frase esperanzadora en la voz del personaje Molina, paciente crónico del hospital psiquiátrico, quien confiesa haber creído que su mundo estaba "congelado" hasta que apareció alguien que volvió a darle sentido a su vida.

La obra de Mari, trata un tema delicado y, creo yo, escasamente tratado en teatro. De la locura "se habla", aparece en diferentes manifestaciones artísticas pero el cuestionamiento acerca de la externación de los pacientes y de su reinserción en la sociedad, lo trata Mari, lo escribió en el Taller de Dramaturgia de Patricia Zangaro, un espacio único y hermoso, como ese "tiempo nuevo" del que habla Molina.
La obra tiene una intensidad y profundidad tales que a mí me deja sin aire, a veces, incluso en los ensayos en los que tengo el privilegio de estar gracias a la invitación de Mari. Esto es muy personal, obviamente, y tiene que ver con los motivos° que me acercaron cada vez más a la obra y no fuera sólo de "metida", aunque también de metida. 

A pesar de la falta de aire, como decía, y de que las escenas toman un rumbo trágico, ¿cómo no va a resultar esperanzador el hecho de que alguien ponga sobre el tapete (o sobre las tablas) esta temática? Con todo lo que implicó y sigue implicando: investigar, proponer escribir acerca de ello en un taller, que la profesora del taller se interese además por la dirección de la obra; que haya un actor y una actriz más, aparte de Mari y un asistente que se comprometan con la puesta en escena.

Me digo, con la frase de Molina de fondo: ¿cómo no te va a dar esperanza, a pesar de que a veces considerás que te pasó un camión por encima ida y vuelta (°motivos que te acercaron e hicieron involucrarte), ver cómo la obra camina, paso a paso, abrazando a mucha gente en el andar, cuestionando, interpelando con ética y belleza: esas hermanas que se te hacen cada vez más inseparables, sobre todo en la obra de Mari y del maravilloso grupo que la hizo suya para "despertar"
 gente en cada función?




miércoles, 4 de septiembre de 2024

Vallisto

Foto Tolhuin San Pedro de Colalao

 

una historia de amor al pie de las cumbres calchaquíes 


sábado, 31 de agosto de 2024

Historias, gestos, palabras, nombres.

 


Que tu celular esté "detonado" y te exija solucionar un problema de almacenamiento.
Que encuentres una foto mientras estás haciendo la limpieza de la memoria.
Que la foto sea de unas manos sosteniendo un celular un día de abril.
Que el celular fotografiado contenga, a la vez, una foto.
Que la foto sea de Norita Cortiñas.
Que las manos sean de la Cronopia Yani.
Que en ese gesto de sostener el celular esté buscando armar un flyer.
Que el flyer pretenda informar la presencia de Norita en la movida antinuclear.
Que ese celular, esas manos y ese flyer estén en Zárate por un nuevo y triste aniversario de Chernobyl.
Que recuerdes cuando la viste aparecer a Norita en la plaza de Zárate, cuando levantó su manito de lejos para saludarnos apenas nos vio, cuando nos sonrió. 
Que la recuerdes conversando con los compas del movimiento antinuclear, haciendo preguntas, aprendiendo.

Que tu celular esté que explota, ahora, porque te olvidaste de su limpieza y te pusiste a escribir, a buscar más fotos de ese día, y se siga llenando la memoria interna. 
Que TU memoria interna te siga trayendo otros días en donde Norita estaba y está como en la foto del celular, en los flyers, en las plazas, sobre todo en las plazas, en las circunstancias en que se cometieron injusticias, donde tiene que estar, donde quiere estar, diciendo, por ejemplo "un accidente nuclear en una parte del mundo es un accidente nuclear en todo el mundo" o " 30.000 compañeros y compañeras detenidos y desaparecidos, presentes" o "¡venceremos!"
Que TU memoria no explote, que sí rebalse de historias, gestos, palabras y nombres pero no tenga problemas de almacenamiento, que no tengas nunca que limpiarla.








jueves, 22 de agosto de 2024

Totó

Cinema Paradiso de Giuseppe Tornatore. Italia, 1988.


miércoles, 21 de agosto de 2024

Soneto de los hermanos

Como una madre que de amor arrulla,
el silencio me contempla de cerca.
Hay en el aire una canción de cuna
que me refugia de las voces muertas.

Llegan de lejos los torpes sonidos,
vienen campanas a sacudir la calma,
pero el silencio toca mis oídos
y así devuelve a mi cuerpo, el alma.

A veces, como una manta me envuelve.
Del terco martillazo del olvido
con firmeza sus manos me protegen,

La hermana oscuridad también se arrima
y abre en mi corazón otros sentidos.
Y entonces otra vez la paz me habita.

A B A B-  C D C D- E D E-  F D F







Requeni

 

Foto Tolhuin 

He pensado mucho en escribir sobre esta foto.
Es, para mí, decididamente una foto de álbum.
Pero de álbum de los de antes. De ésos de tapa dura que se dejaban hojear amorosamente, con plastificada suavidad.
Pero he aquí que imágenes como "plastificada suavidad", por caso, me suenan improcedentes, por no decir francamente torpes para hablar, siquiera al pasar, de Antonio Requeni.
Y entonces he pensado mucho en no escribir sobre esta foto.

~ ~ ~ ~ ~ ~

Hace exactamente un mes, cuando la hiciste (porque las fotos, ya lo sabemos, se hacen, no se sacan ni se toman), fui intensamente feliz. Lo fuimos, en esa tarde de julio en que nos reímos mucho, imaginando escenarios posibles mientras lo esperábamos en una incierta ochava.

Hace exactamente un mes, cuando nos pediste "permiso" para hacer la foto, todo el cosmos se serenó un momento y nos alumbró, con esa luz que se ve en la imagen.

~ ~ ~ ~ ~ ~

He pensado mucho en no escribir sobre esta foto, sabiendo que me iba a encandilar, precisamente, esa otra imagen de "la luz".
Como si la luz fuera algo intrínsecamente bueno, más aun, espléndido, qué digo espléndido: superlativo.
Como si la luz no fuese, después de todo, la hija natural de la oscuridad, esa belleza indescriptible en la que vivimos cuando soñamos.
Y soñar (según recuerdo cuando recuerdo) es administrar nuestras oscuridades como semillas de claridad.
A propósito, soñar es algo que nunca antes se me dio por definir como acabo de hacerlo, y sin embargo mi afán por escribir sobre el encuentro con Requeni me ha llevado a esta obra en construcción del pensamiento.

~ ~ ~ ~ ~ ~

Yo soñé encontrarme con Requeni. Yo soñé encontrarnos con Requeni.

~ ~ ~ ~ ~ ~

Hace exactamente un mes, cuando vivimos juntes esta experiencia, una de las más bellas de nuestra bella historia de amor(es), acaso empezamos a soñar otro sueño, o a soñarnos en otro comienzo. Aunque no hayamos tenido casi ocasión de conversarlo porque viajé inmediatamente; o precisamente por eso.

Hace exactamente un mes, cuando tu preocupación de fotógrafa era la pantalla con el candidato detrás de mi cabeza (y tu alivio fue descubrir que solamente salió la placa de infografía que allí se ve), habíamos hablado con él de casi todo en poco más de una hora.

~ ~ ~ ~ ~ ~

He pensado mucho en escribir sobre esta foto, sintiendo que todo escrito, Requeni de por medio, sería borrador de apuntes compartidos, libretita del alma nuestra. De eso vengo a hablarte, mi amor. 


Patricia Morante
He leído varias veces ese amoroso borrador, esa foto tierna nota que dudabas en escribir. Primero lo he leído de la publicación cuya configuración ya es tan nuestra. Luego, he decidido copiarlo en un word para volver a leerlo y así prescindir de las conexiones a las redes, concentrarme mejor en este ejercicio de escritura que tan bien me hace. En tercer lugar lo he leído en voz alta, con mi característica compañía ronroneante.
Esta última lectura me hizo entrar de lleno en las circunstancias de encuentro, charla, foto y escritura.
~ ~ ~ ~ ~
He esperado que escribas, desde hace un mes exactamente. Desde que "hice" la foto (porque las fotos no se sacan, ni se toman, ni se tiran como dicen los cubanos), desde la felicidad de hacer la foto, desde registrar ese momento que soñaste para compartírnoslo.
¿Cómo no esperarlo, con ese sueño prefigurado que empezó aún antes de que se hiciera consciente?
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A Requeni lo leímos hasta por teléfono, en el Parque, en el Gorki, sobre el escenario, en la cocina. Maravilloso encontrarnos con él, charlar, y aún antes presentirlo en ese juego de cruzar la calle por si aparecía por el otro lado. Y verlo llegar, sonreírle, que sonría y que cambie el tono para preguntar cómo lo había reconocido. Otra vez el juego de cruzar la calle: Las Violetas ida y vuelta en menos de un minuto.
~ ~ ~ ~ ~
Cada momento fue una foto, y también fue la escritura de una historia.
¿Cómo no dudar en escribir, con un encuentro que parece escribirse solo, que ni fotografías necesita? Porque cada evocación de ese día tiene los juegos precisos de luces y de sombras, de palabras y silencios.
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Pero no podemos con nuestro genio, ¿verdad?. Y a último momento pido permiso para hacer una foto, para que la luz me retorne a través de esas sonrisas y pensando: "hay que escribir algo acerca de todo lo vivido, acerca de lo conversado con el poeta, y que no sea una solo foto, que sean dos, y habría que empezar por el rechazo de Requeni hacia ese libro editado durante la dictadura..."
No podemos con nuestro genio y ya empezó la libretita borrador a circular de mano en mano, la foto de ojo en ojo y la palabra de voz en voz.
~ ~ ~ ~ ~
Esto vine a decirte, mi amor.
24 de agosto de 2019

martes, 20 de agosto de 2024

domingo, 18 de agosto de 2024

José de San Martín

 En el libro "Madres de próceres. Partos que hicieron la historia" de Karina Bonifatti cuyo capítulo dedicado a Rosa Guarú y Gregoria Matorras me leyeron por teléfono, se dice que José de San Martín "... remendaba su ropa y sus zapatos, cosía personalmente los botones de su camisa. Si la mesa de su despacho cojeaba, no compraba otra: le ponía dos patas nuevas. En esto gastó una vez 2 pesos y 4 reales...".

Además, le gustaban las flores y, según los registros de la época, había comprado macetas con marimonias