<°> <°> <°> <°> <°> <°> <°>

...o këmamëll, voz del mapudungún: "corazón del árbol", el centro, el meollo...

domingo, 30 de mayo de 2010

martes, 11 de mayo de 2010

Panaderos.


"...Silencioso testigo de recorridos, el cardo crece en los márgenes de los caminos, su dureza y su vestido de espinas son razones suficientes para despreciarlo y olvidarlo a nuestro paso. Sin embargo, si luego de un tramo volvemos la mirada encontramos que quedó dibujado nuestro recorrido, y descubrimos que la belleza de su penacho lila descansa en la riqueza de una corona de flores pequeñas. Al momento de esparcir su herencia, su semilla toma la forma de un plumero al que llamamos "panadero" o "paracaídas". Pero curiosamente este paracaídas nació para volar, con diferentes ritmos, hasta encontrar un lugar y comenzar una nueva vida. El cardo, generalmente transita su vida en soledad, al igual que nuestra relación con el conocimiento(...) Pero con su vuelo provoca y permite que sus semillas germinen en otros..."

La cita es un fragmento de la nota editorial de la revista "El cardo" N° 1, 1999; la fotografía la tomé hace unos años al costado del camino.

sábado, 8 de mayo de 2010

Una tentación...

"...Hablar de poesía es una tentación. A lo mejor una necesidad. De todas formas, confieso que para mí no es tarea fácil explicar sistemáticamente la manera en que se forma; cómo acuden a vincularse y a constituir una entidad nueva la lucidez, la memoria y los sueños. Cómo esta entidad desencadena un nuevo tipo de experiencia humana tan diferente de otras; y, además, de las contingencias de la creación, y de los sucesos que provocan el hecho creador, está la vasta materia poética, común a todos los hombres, pero que suele comprometer la intimidad de alguien que a su vez debe seleccionarla para construir inexorablemente un poema, para que esa materia tome forma.
También están las palabras, esas tiernas cosas al decir de Sherwood Anderson, las palabras que cambiarán de sentido, según Apollinaire, las palabras tal vez forzadas para decir algo más, pero también para nombrar permanentemente los mismos conflictos a través del tiempo o los nuevos conflictos que el tiempo impone; las palabras exigidas en el poema para donar una riqueza más al lenguaje, a la comunicación más completa y profunda de los hombres. Y también está la circunstancia cultural que el poeta vive y que lo condiciona y conforma su poesía. Y por último está el poema mismo, sin ninguna de las limitaciones de la formulación, seguramente menos cuestionable y más rico que esta necesidad o esta tentación..."
Hablar de poesía es una tentación por Francisco Urondo en revista Zona de la poesía americana, 1963.

viernes, 7 de mayo de 2010

"ALLÍ ME RECONOZCO..."


El sábado 1° de mayo tuve el honor y el inmenso placer de leer algunas poesías de Ana María en la presentación de su tercer libro. Ella lo cuenta muy bien en su blog "bocaquevuela", con lo cual me voy a limitar a recomendar su poesía como su lectora, su compañera, amiga y, sobre todo, como su admiradora.
Para los que gusten de la belleza de las palabras, de la profundidad, de la "...compañía, reposo y ...cuestionamiento, en un complejo equilibrio de paraísos e infiernos, donde el hombre y la mujer son los protagonistas...", como afirma en el prólogo Gustavo D'Orazio, no pueden dejar de acercarse a este libro, recorrer sus páginas y dejarse llevar por el ondulante viaje de la metáfora.
Esta cuidada edición incluye, además, un CD, en el que Ana María nos deleita con su voz.