<°> <°> <°> <°> <°> <°> <°>

...o këmamëll, voz del mapudungún: "corazón del árbol", el centro, el meollo...

martes, 19 de abril de 2011

Destinos y desatinos.

Prefiero:
mil páginas vacías,
dos mil garabateadas
y un sinfín de papeles
arrugados, amarillos,
casi imposibles de leer.
Evito:
la hoja prolija,
caligráfica, armónica;
el mandato
que hay que cumplir;
el acta del futuro
escrito que no se puede
evitar, que no se debe
borronear.
Ese poder sobrenatural,
esa fatalidad que,
como un croupier,
se monta en nuestra
desidia para susurrarnos
la próxima jugada.
Me tienta, sin embargo,
la idea de esperar
que carguen la tinta por mí;
de pensar que el azar
es el responsable
de mi ignominia,
entre tantos otros
defectos.

Opto por:
empezar a escribir,
lentamente,
las páginas en blanco;
tachar y borronear
si es necesario;
desarrugar papeles,
pasar en limpio
algunas hojas y,
en el mejor de los casos,
dejar que el mundo
me ayude a emprolijar
mis garrapateadas
letras.

2 comentarios:

  1. Destino y confesión. Me gusta saber qué sucede en el alma y la mente de un creador. Hay palabras oportunas, espacios de intimidad, repliegues, tomas de posición...,no falta nada. Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Hermoso Patri. Siempre llegás al alma...Abrazo Amiga!

    ResponderEliminar