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...o këmamëll, voz del mapudungún: "corazón del árbol", el centro, el meollo...

lunes, 29 de febrero de 2016

Poema IV

Abrazar la añoranza
para mitigar el naufragio.
En un instante nocturno
acudir al borde,
al desembarco,
a la celebración,
a la permanencia en tierra firme,
y, con renovada sed,
a otra búsqueda impaciente
de estrella, viento y río.

Y estremecerse
tanto en los sismos
como en la levedad del pulso,
en los torrentes
como en la gota que desanda
la piel.

Ahora lo sabemos:
los bosques,
los aullidos, el desierto
y el desconcierto mudo,
pueden ser fragmentos
de la misma tela,
mojadura de la misma agua,
arena de la misma orilla.

Necesitamos de este resonar*
mientras nos hacemos
en silencio
las preguntas.

Si hasta el frágil roce del sueño
parece réplica
de lo que aún
no hemos tenido tiempo
de pronunciar. 


*Auquinco.

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