Mercedes Chenaut
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lunes, 21 de diciembre de 2020
El nombre
martes, 8 de diciembre de 2020
Esperanza
Una esperanza ¿se puede sostener?
¿Hasta cuándo?
Y si se suelta, ¿se puede inventar una nueva?
Si no hay forma de inventar,
¿podemos valernos de una esperanza ajena?
¿Alguien puede regalarnos una?
Si la esperanza es lo último que se pierde,
¿cuánto perdimos antes?
Perdón, Baldomero
Convocatoria: https://www.facebook.com/photo?fbid=4259686317380039&set=a.143195129029199
Cabeza y cuerpo caminantes
Iba riéndome sola por las calles.
Primero fueron las anchas magnolias cerca de los cables despidiendo su olor hipnótico.
Después, asomarme a cada bocacalle, mirar como me enseñó mamá y descubrir por lo menos un jacarandá a un lado y al otro.
Iba con la camisa violeta que me regaló mi amiga y me daba placer estar en consonancia con el paisaje.
Iba avanzando por el camino entre trinares y olores blancos y lilas. Con la felicidad de los días nublados en que se intensifican ciertos colores y aromas.
Y empezó el juego en el que salí ganando porque cruzaba cada calle y me preguntaba ¿dónde estará el próximo amigo? e inmediatamente se hacía presente, cerca de la esquina, a mitad de cuadra o llegando al final. A veces eran dos tapizando ingenuamente de flores las veredas.
Así se hizo la risa del camino.
Iba sintiéndome libre a cada paso, con la libertad que me daban las elucubraciones que sólo aparecen en las caminatas, con ese entretejido único y el goce de andar, apoyar la planta de los pies, distraerme por cualquier motivo, volver a los sentipensamientos y parir alguna idea, no importa cuál pero parir,
Este cuerpo mío, esta cabeza mía, caminantes a cielo abierto, este corazón que me canta "a cielo abierto la alegría, no la megaminería"