Para abajo, alrededor, hacia delante, hacia el horizonte.
Para un lado y el otro. Hacia atrás.
Mirar. Mirar bien. Pestañear. Bajar un rato los párpados.
Mirar hacia adentro.
De arriba abajo. Sin ver. Ver sin mirar.
Contemplar el dormir de bebés.
Mirar a los ojos.
Una pieza de arte. Al espejo.
A través de un lente, una ventana, un vidrio decorado de lluvia.
Para una autofoto. Mirar la foto.
Mirar hacia arriba: un modo especial. Como hacia abajo, al pie de un abismo.
Imposibilidad de abarcarlo todo. No saber por dónde empezar.
Y mirarme. Tampoco saber.
Mirar los recuerdos. Los cinco años de la admiración ingenua, la imaginación, las ilusiones ópticas.
Árboles gigantes y entonces, pájaros. Nubes y entonces, personajes. Sol y entonces, lágrimas.
Barrileteadas de otoño. Aviones de verdad. Luna de un ojo con más pestañas que el otro.
De una sola mirada volver la vista atrás y seguir el vuelo de alguna bandada .
Dejarse llevar por la intensidad de la Santa Rita roja.
Mirar hacia arriba es detenerse mansamente, igual que cerrar los ojos.