Un domingo de éstos
voy a volver
a las mañanas de sol
y a la espera de la reunión
familiar.
Me tomaré el tiempo
suficiente y recordaré
los chistes de los grandes
y las risas indescifrables
de otra época.
Volveré a las preguntas
de las respuestas
a anteriores preguntas y,
si queda un minuto, le haré
decir a la abuela la receta
secreta de la comida
que mejor le sale.
Un domingo de éstos
volveré a perder el tiempo
en la hamaca o debajo
de la mesa.
Me disfrazaré de nuevo:
me echaré encima un traje
de persona grande,
como en aquellos tiempos;
o de niña... o de hada
para que sea más fácil
volver.
Un domingo de éstos...
cuando repare la bici
iré a dar la vuelta
a la manzana
y, justo en la esquina,
doblando la calle
cambiaré una mirada
por una sonrisa.
Un domingo de éstos
voy a comprar
una bolsa de caramelos,
y con ese tesoro dulce
iré a habitar
la sombra del paraíso.
Un domingo de éstos
voy a volver a la infancia.
a las mañanas de sol
y a la espera de la reunión
familiar.
Me tomaré el tiempo
suficiente y recordaré
los chistes de los grandes
y las risas indescifrables
de otra época.
Volveré a las preguntas
de las respuestas
a anteriores preguntas y,
si queda un minuto, le haré
decir a la abuela la receta
secreta de la comida
que mejor le sale.
Un domingo de éstos
volveré a perder el tiempo
en la hamaca o debajo
de la mesa.
Me disfrazaré de nuevo:
me echaré encima un traje
de persona grande,
como en aquellos tiempos;
o de niña... o de hada
para que sea más fácil
volver.
Un domingo de éstos...
cuando repare la bici
iré a dar la vuelta
a la manzana
y, justo en la esquina,
doblando la calle
cambiaré una mirada
por una sonrisa.
Un domingo de éstos
voy a comprar
una bolsa de caramelos,
y con ese tesoro dulce
iré a habitar
la sombra del paraíso.
Un domingo de éstos
voy a volver a la infancia.
Nostalgia y vida a pleno. Un hermoso poema, Patri.
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