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...o këmamëll, voz del mapudungún: "corazón del árbol", el centro, el meollo...

martes, 10 de diciembre de 2013

Yo sí traté de olvidar
gota a gota
desde el sexto día
desde la primera mirada
desde el calor en el pecho

Pisoteé las semillas
cerré las jaulas
tapé con cemento
los huecos de la noche
ignoré la combinación
de corolas y lluvia
corregí con estilográfica
las frases de amor

Desatendí llamados
hasta de los pájaros
me raspé las rodillas
para tener otro dolor
con que curarme
encendí las lámparas
en pleno día


Negué el fondo húmedo
de las vasijas
y cuando nadie me creyó
extraje minuciosamente
cada gota de vida
deshidraté el barro
de los jardines


Apuré las comidas
de cocción lenta
deshojé margaritas
con los dientes
recorrí cien leguas
en un pie
rechacé regazos
en invierno
hice acuerdos
con las sombras
metí en una bolsa
desechable
las hojas ocre del otoño

Me obsesioné 
con la sección economía
desvelé sueños
me amigué con la soledad
de los canteros en octubre

Insensibilicé mis plantas
de los pies
distorsioné el color predominante
de los atardeceres
apuré el paso bajo la llovizna
corrí una carrera dentro
del bosque

Desestimé conversaciones
entre los árboles
transformé suspiros
en bocanadas de humo
me senté junto al río
con un control remoto
en la mano
tapié las aberturas
cuando la orquesta
comenzó a sonar
 y abrí el ventanal
durante el revelado manual
de fotos
desoí  las notas
de los molinos de viento

Yo sí traté de olvidar
desde la herida
hasta la piedra

La piedra justo en el centro
del pecho

Y la arrojé al mar.

                                                                                                                Foto Tolhuin

Pocas quejas me duelen tanto 
como las que, empujadas por el viento, 
conjuran en el ruido abandonado 
de las aspas del molino


lunes, 2 de diciembre de 2013

Revés de las corolas

                                                                                   Foto Tolhuin.

Promesa de pimiento

lunes, 30 de septiembre de 2013

Reafirmación de mis placeres. Sencillo corolario de un día complicado


El dulce de leche.
El mate amargo, por lo menos dos veces al día.
La sandía: llegar el corazón.
La fugazzeta.
La cerveza de trigo.
El olor de la albahaca, llevarla como un ramito de flores cerca de mi nariz.
Las glicinas, su perfume y la desfachatez con la que cuelgan de las pérgolas.
Las fresias, que hace mucho no veo ni huelo.
El olor a cebolla friéndose en manteca y el ritual de cortarla pequeñita o en finísima juliana, a pesar de las lágrimas.
El pan caliente, partirlo con los dedos aún humeante...
Acariciar un gato, o a una "gatita" rayada gris. Dormir con ella las mañanas de los viernes cuando quedamos solas. Escuchar "sus motores" ni bien cierra la puerta de la casa el último en irse.
Abrazar, sin más explicaciones, o sí: para multiplicar los abrazos.
Reirme hasta llorar de los chistes de mis hijos.
El sol en invierno, nada más reconfortante.
Leer. Escribir. Escribir. Leer.
Contar cuentos.
Recitar poesías.
Mirar a los ojos.
Seguir con la vista el recorrido de alguna bandada.
Andar a caballo.
Buscar atardeceres rojos.
Los dibujos de Beatriz Aurora.
El sonido del agua.
Un árbol.
Que me inviten a salir.
La lluvia en un bosque o en el Botánico.
Meter los pies en el barro.
Caminar diez cuadras hacia mi trabajo.
Caminar.
Sentarme en la arena frente al mar en enero, si es posible, durante horas. Un ritual largo e infinito.
Pisar las hojas secas en abril.
Comprar mandarinas en junio lejos de casa para volver comiéndolas por el camino.
Desviarme del camino habitual en octubre para pasar por aquella casa que tiene madreselvas en el alambrado.
Seguir el rastro de los jazmines en diciembre con los ojos cerrados.

domingo, 29 de septiembre de 2013

Poema I

No es fácil cerrar la puerta
deslizarse indolente
ante el desafío del viento
que corta la cara
evitar los tarascones de la noche
el frío que agrieta los labios
e interrumpe  las cicatrices
saltear lo feo
lo tosco
atravesar el camino pantanoso

No es fácil "entrar"
y cerrar la puerta 

viernes, 13 de septiembre de 2013

Noche nana, noche non.

duermo
noche por medio
y en ese ir y venir
del devastador amago
de los sueños
no sé si vestirme para un baile
preparar la valija por si acaso
o empezar a planchar sábanas
como entretenimiento

otra vez la noche impar
me encuentra despejada
sentada como en el ritual del té
me sorprende anfitriona leal
del filoso insomnio

con una mueca resignada
me dispongo a hacer
como si nada pasara
pero al tiempo sé
que tanto va a pasar
que para una sola
gota de olvido
me quedará esperar
a que la noche par
haga en sus brazos
maternal rescate

domingo, 8 de septiembre de 2013

                                                   Foto Delfina Rossi.

sábado, 7 de septiembre de 2013



búsqueda
persistente
luz 
en medio
del abismo
titilante

como guía
como faro
temblorosa
como vela
en su último
tramo


umbilical
ubicua
unívoca
única
última
soledad

elige
alojada

insiste
apunta
perdona
atina
en el centro
del pecho

viernes, 16 de agosto de 2013

Te soñé zamba.

A Victoria.

Te soñé junto al río
pollera y pañuelo al viento.

Eras amorosa búsqueda
y una canción.
Hermana, madre,
hija, te soñé.

Pañuelo y zamba.

Descalza,
la memoria
en tus venas
como un río
que corría
lento.

De pie, sobre tu sombra.

Buscando,
con tu grito
callado,
húmeda de río.

Bailarina.

Memoria, pañuelo
y zamba te soñé.


martes, 30 de julio de 2013

Improvisaciones.

 Un par de sillas sobre el escritorio, una tela negra, títeres, historias y ganas de divertirse...


El gato Zorbas rompe el tabú y habla con el poeta.

 Afortunada no logra volar.

 Otra versión del gato Zorbas.

 
 Leonardo Da Vinci le muestra a los gatos 
del puerto un dibujo de la máquina de volar.

 
 Zorbas se enamora de Bubulina.

 Una gatita que se queda muda...

 ... y títeres poetas despertando 
la mañana en la escuela.


sábado, 20 de julio de 2013

Fiesta a las 7:30 am.

Esta vez fue en primer año. Y la propuesta, hacer una obra de títeres a partir de la lectura de la novela fantástica del autor chileno Luis Sepúlveda: "HISTORIA DE UNA GAVIOTA Y DEL GATO QUE LE ENSEÑÓ A VOLAR" (Recomendada)
Nos pusimos a trabajar en la construcción de los personajes. El gato de mar que luce el impermeable amarillo se llama Barlovento.


Les presentamos a Afortunada, la joven gaviota que tuvo la "fortuna" de ser criada por los gatos del puerto de Hamburgo. Abajo, levantando un dedo admonitorio, está su creador en versión titere.

Leonardo Da Vinci...
El poeta...




El gato Colonello

Atrás, la gaviota Kengah. En primer plano, en plena confección, la gatita Bubulina.






Sin palabras...





Falta mostrar mucho más. Por eso decimos que CONTINUARÁ...

miércoles, 10 de julio de 2013

Favalli, el favorito.


 "De un solo personaje yo recuerdo que me hizo una descripción de cómo era físicamente: un amigo mío, un viejo empleado del Banco Nación, me dijo que cuando vio a Favalli en la historieta enseguida recordó a un compañero de trabajo de Oesterheld en el BANADE, cuando era geólogo. Este pibe era empleado administrativo, era alto y con bigote. Oesterheld me lo describió, yo lo hice y el otro lo reconoció." Sudestada año 6 n°47

El que dice es Francisco Solano López (dibujante), en un reportaje del año 2007, cuando se cumplían los 50 años de la edición de "El eternauta".
 
Pero las ilustraciones que aparecen en este blog no son del dibujante sino de estudiantes de segundo año de la escuela secundaria.

La propuesta en la clase de Prácticas del Lenguaje fue tomar un personaje cualquiera de la historia y escribir su biografía. Trabajo de creatividad y coherencia. De creatividad porque la mayor parte de los datos biográficos fueron inventados por los estudiantes y de coherencia porque debían respetar cierta lógica con lo que aportaba la historia en sí. De esta manera, imaginaron cómo había sido la infancia, la adolescencia, cómo se conocieron los personajes, etc, de acuerdo con la época. Los estudiantes de 13 y 14 años  se pusieron a completar datos ante la propuesta. Dibujar era optativo pero todos los grupos se entusiasmaron e hicieron su propia versión del personaje.

Casi todos los equipos eligieron a Favalli. Consideraron que era el que aparece con más fuerza, el que tiene el rol más comprometido, el más coherente y aquel por el cual el grupo de damnificados por la nevada se sigue salvando.

 

De este modo, el profesor de Física apareció con diferentes peinados, vestimentas, gestos y actitudes.
Contaron desde cuándo usa anteojos, el porqué de su afición a la Física, cómo llegó a Vicente López, dónde conoció a Juan Salvo, quiénes fueron sus padres, de quién se enamoró, cómo formó su carácter y por qué se enojaba cuando perdía al truco.








Los que escribieron acerca de Juan Salvo se detuvieron mucho en la infancia del personaje, en su gusto por el aeromodelismo, en cómo formó su familia y en su admiración por Fava.


Un  grupo eligió a Pablo, el chico de 13 años y escribió acerca de sus orígenes, su orfandad y el entusiasmo por luchar a la par de los adultos.

Todos los trabajos destacaron los valores que deja la historieta y la necesidad de que éstos permanezcan  vigentes en el mundo actual.

EL ETERNAUTA de HÉCTOR GERMÁN OESTERHELD y FRANCISCO SOLANO LÓPEZ, a 56 años de su primera edición sigue despertando el interés y la creatividad de lectores adolescentes y adultos.

Continuará...