Bendición. Parque Nacional Iberá.
Que encuentres siempre el alimento que te haga falta.
Que te den, aunque sea de vez en cuando, palmaditas en el lomo y que también puedas darlas.
Que siempre tengas quien te rasque esa parte de la espalda a la que no llegás o, en su defecto, adquieras un cepillo, pero mejor que tengas a alguien. (Y que rasques también).
Que puedas disfrutar con amor de tu pedacito de mundo:
que no te corran,
no te persigan,
no incendien tu casa,
no te obliguen a irte si querés quedarte,
no te separen de tu familia.
Que puedas beber agüita, siempre.
Que respeten tus humedales,
que no los sequen,
no los envenenen,
no los desvíen,
pero si así lo hicieran, que puedas unirte a la gran familia multiespecie para defenderlos.
Que seas carpincho que aprecia y agradece al picabuey.
Que seas picabuey que aprecia y agradece al carpincho.
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