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...o këmamëll, voz del mapudungún: "corazón del árbol", el centro, el meollo...

jueves, 23 de mayo de 2024

El costurero

 

«La memoria de las mujeres se parece a esas mesas antiguas que utilizan para coser; están llenas de cajones secretos. Algunos están cerrados desde hace mucho tiempo y no se pueden abrir, otros contienen flores secas; otros, madejas enredadas; a veces alfileres»

Marguerite Yourcenar


Domingo 19 de mayo por la mañana, me encuentro de pronto limpiando y ordenando algunos rincones. Un mueble petizo, con estilo. Cinco cajones que a lo largo de los años se han transformado en pequeños espacios de guardado.

Uno. Hilos de coser de todos colores acomodados en un envase de cartón. Cintas métricas. Costureritos de viaje (capítulo aparte I). Hilos de bordar que requieren ser reorganizados. Hilo de sutura. Del tirador pende un bastidor.

Dos. Agujas de todo tipo, uso y tamaño. Alfileteros artesanales de éste y otro siglo (capítulo aparte II). Alfileres en cajitas. Tijeras. Dedales. Un envase de medicamento con alfileres de gancho. Broches de gancho N° 6 en su cajita original. Enhebradores. Dos H o u s e h o l d  R e p a i r  sin abrir adquiridos en algún viaje en tren. Una canastita de cartón  R e g a l  a la que le faltan algunas de sus 19 agujas y el enhebrador. (capítulo aparte III) Tizas blancas. Agujas de tejer sobresalen por un costado.

Tres. Hilos de bordar: los traídos de otro cajoncito, los tucumanos, los de la abuela. Piolín amarillo. Hebras de arpillera. Una bolsita con pelo entre rosado y violeta de mi hija. (capítulo aparte IV).

Cuatro. Ovillitos de lana e hilos para tejer. Un tejido pequeño, sin terminar, desprolijo. (No es lo mío ni mi cajón favorito. A mi gato le gustó. Capítulo aparte V).

Cinco. Pequeños retazos de tela. Algunas cintas. Un corpiño sin breteles. Un pequeño tapiz sin terminar para El Arbolito Casa Cultural (Capítulo aparte VI)






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