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...o këmamëll, voz del mapudungún: "corazón del árbol", el centro, el meollo...

domingo, 17 de mayo de 2009

DEFENSA DE LA ALEGRÍA de MARIO BENEDETTI.

Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas

defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos

defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias

defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres

defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa

defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría.


"...Jamás he conocido a otro hombre tan sencillo, tan generoso, solidario y que, como dice el poema de César Vallejo, parecía vivir en representación de todo el mundo. A los hombres como Mario Benedetti se les canta y sin que importe la rima de sus versos, se les encuentra en los barrios populares, en los boliches frecuentados por gentes de otras tierras, en el fragor de las luchas más justas, en las pancartas con faltas de ortografía pero perfectas de razones, en los estudiantes que tras la barricada toman la mano de su novia, descubren entonces que no están solos, sin que importe la lengua que hablen sus corazones laten a ritmo uruguayo, se convierten en la flor de la banda oriental, y se miran a los ojos antes de la carga represiva para decir: si te quiero es porque sos/ mi amor mi cómplice y todo/ y en la calle codo a codo/ somos mucho más que dos..." LUIS SEPÚLVEDA.

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