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...o këmamëll, voz del mapudungún: "corazón del árbol", el centro, el meollo...

domingo, 12 de junio de 2016

Ponzo.

¡Felices jóvenes 100 años, querido poeta! (Hoy, 12 de junio de 2016)

Foto del 28 de nov de 2010. "Degustación de cuentos" 
Con el escritor Alberto Ponzo y las narradoras Ana María Oddo y Elena Bernardini en La Casita de Castelar.





Nota en El Diario de Morón:

http://moron.enorsai.com.ar/cultura/25750-el-poeta-cumple-100-anos.html

Poemas de Alberto Luis Ponzo
Me acostumbro a ser viento
 
 
Desde las manos salgo.
Mis palabras son uñas
sobre la tierra, dedos
torpes y fatigados.
 
Desde ellas
siento lo que sucede
y me sostengo para mirar,
cavar secretamente el horizonte,
empezar a creer en lo que digo.
 
Desde las manos hablo
y alimento la piel,
aprendo en su corteza,
tomo el aire y me digo;
con las palabras voy a la existencia,
describo mi esperanza, grito
o reniego del nombre que me imponen
y lentamente
desde este umbral cercano y movedizo
me acostumbro a ser viento,
ligera decisión de la memoria.
 
 
 
                                            (De "Uno en el mundo", 1965)
 
                                 
 
*
 
 
Como el amor
 
 
Eres
el cuerpo de la noche,
el silencio del tiempo,
el color de la voz
que nunca he visto.
 
Eres racimo y arco,
parábola,
constelación,
círculo de diversos
centros.
 
Eres
un punto del espacio
donde el amor
puede seguir latiendo
sin consumir
su llama.
 
 
                                                (De "Poemas comunes",1966)
 
                         
*
 
 
El oficio
 
 
Escribo con el tiempo
con el fuego en los dedos
sobre el muro del día
 
Escribo cuando duermo y no me escuchan
escribo para despertar
escribo dando vueltas como un pájaro
escribo en el aire y en la tierra
 
Escribo porque no tengo otro lugar
porque mis hijos me preguntan
escribo para contestarles
para mirarlos diariamente
 
Escribo con los brazos que encuentro
escribo para el mundo que no encuentro
 
Escribo
para no repetirme
 
 
                                    (De "A puertas abiertas", 1969)
 
                           
*
 
 
El oprimido
 
 
 
Qué puedo hacer aquí
cuando nadie
se reconoce en mis ropas
cuando nadie habita
mis gestos oprimidos?
 
Qué puedo hacer
yo que habito el idioma de todos
para ser dueño de lo que todos dicen?
 
Sólo en la máscara de mi plato
el mundo se conmueve
 
 
                                    (De "Los dioses extinguidos", 1974)
 
                             
*
 
 
Nombres
 
 
El día se desliza sobre techados rotos
las plantas olvidan su violencia natal
 
Nombres que crecen
Nombres devorados
 
Estoy vivo en lo que nace
en lo que hago
fuera de mí
dentro de todo
 
en el rumor que escapa del origen
 
 
                                           (De "Ejercicios provisorios",1987)
 
                                 
*
 
 
Para el amor
 
 
Basta la palabra?
Huída de sí misma
calla en la mano
                que espera
 
desde su piel
                 respira
bordea los objetos
interroga
 
persigue el aire
ensaya letras adheridas
                 al hilo de la voz
 
basta saber que busca
arrojar el misterio
que cubre su pasar?
 
sólo hace lo que detiene
la agotadora sombra
sobre una línea inútil
dispuesta a su nacer
 
dará vida al ramaje
de un revelador
                acto de amor
 
 
                                (De "De estar aquí", 2011)
 
                                   
*
 
 
Cubiertos
 
 
Entre los cubiertos
usados desde mi niñez
he puesto a reposar la noche
 
En el lugar de los dedos
hay un corte abierto
del raspado cuchillo
con la honda tibieza llevada a la boca
 
El ardiente amenazador
aguarda a su costado
 
La infantil cucharita huele
como el deseado postre
 
Los vasos y platos silenciosos
reviven el sabor
                   en vos
 
 
                                                  (A Alba)
 
                                                  (De "De este mundo", 2014)
 
                                
 
*



A continuación  algo escrito después de un encuentro en 2012.

Las hojas del Caminador.

Lo lindo de vivir en Castelar (...) y estar realizando una serie de trámites en tu "día libre", es llegar a la esquina de Carlos Casares y Arias y encontrarte con el escritor Alberto Ponzo. Y lo mejor es que es él quien te reconoce y levanta la mano para que te acerques, porque vos vas distraída y hasta un poco molesta, nada dispuesta a la serendipia.
Una alegría enorme en medio de la confusión en esa mañana que parecía haber perdido todos los colores.
Hay un diálogo breve porque él también está con trámites y yendo al médico. Le preguntás por su salud y él cree estar bien... sólo haciendo análisis de rutina.
Cuando ya se produjo el abrazo de despedida (y estás distraída nuevamente pero esta vez con una gran sonrisa), y caminaste unos metros, te llama: -Venga un poquito. Quiero hacerle un regalo... ¿puedo?... Porque yo siempre llevo un libro para ir regalando a los amigos. Es de Alba, va a ver qué lindo es-.
Y como si no hubiera sido suficiente con la gracia de habértelo encontrado, saca de su morral: "El saber de las palabras (... y más recuerdos)" de Alba Correa Escandell. Hojas del caminador (2008).
Leés en la introducción del libro escrita por don Alberto:
"Alba nos hace recordar en esta selección lo dicho por César Pavese: "Un solo documento nos interesa siempre y permanece nuevo: lo que sabíamos desde niños". Es este "saber" en su palabra lo que explica mejor nuestro homenaje" A.L.P
Ahora vas de la mano de la alegría, y tenés ganas de leer el libro de Alba y querés ir a revisar ese "documento" propio, que en algún lugar tenés guardado, del que habla Pavese.
Ahora caminás recordando el gesto, el abrazo y las palabras: -Bueno, cualquier convite que hagan me avisa, usted ya me conoce, ya tiene mis datos.

Y pensás en sus datos:  Alberto Luis Ponzo...  humildad, calidez, ternura.

Patricia Morante.

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