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...o këmamëll, voz del mapudungún: "corazón del árbol", el centro, el meollo...

sábado, 25 de mayo de 2019

Haroldo.

"...El Príncipe propuso entonces, ahora que estaban todos reunidos, una cierta celebración con motivo de aquel feliz naufragio. El Capitán estuvo de acuerdo. La vida es una entera travesía, se erraba desde el nacimiento, ese puertito de luces tan recogido, tan breve, suceso pequeño como todo lo que viene después. (...) Uno es historia. ¿Qué hay para adelante? Caminos. (...) La vida es un barco más o menos bonito. ¿De qué sirve sujetarlo? Va y va. ¿Por qué digo esto? Porque lo mejor de la vida se gasta en seguridades. En puertos, abrigos y fuertes amarras. Es un puro suceso, eso digo. ¿Eh, señor Mascaró? Por lo tanto conviene pasarla en celebraciones, livianito. Todo es una celebración.
Alzó la jarra y bebió.
El Príncipe se rajó un aplauso. Animaba con la cabeza al Nuño y a Oreste, que aplaudieron también. Las gaviotas revolotearon sobre el grupito, emprendieron unos vuelos y, cuando terminaron los aplausos, se ordenaron otra vez a popa.
Mascaró se volvió por primera vez. Levantó una mano, aprobó.
-La vida es célebre, de cualquier tamaño, o no sirve para un carajo.
-¡Confirmo!- gritó el Príncipe, y miró a todos, uno por uno...."

Cita de "Mascaró. El cazador americano" de Haroldo Conti. Crisis, 1975. Pág 59.

El libro digital completo:

http://servicios2.abc.gov.ar/lainstitucion/programaddhhyeducacion/destacado_biblioteca/pdf/mascaro_elcazadoramericano.pdf

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