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...o këmamëll, voz del mapudungún: "corazón del árbol", el centro, el meollo...

domingo, 31 de mayo de 2020

Uno y dos

La vida desde adentro.

y aunque hay enigmas insondables
conocemos asaz el movimiento

una esperanza nos ubica en puntos panorámicos

tenemos reflexiones insospechadas

estamos tanto en los reflejos dorados
como en las crisis del día
que cambian de un instante a otro
la dirección o el sentido de una espira

Cuatro respectivas retóricas.

nos reinventamos juntos

asistimos a la última luz de la tarde
para arregazarnos en las plazas

nos encontramos muchas veces más
en el lado de adentro de la vida

dejamos que ese misterio tuyo y
que ese misterio mío se interpelen
si tienen ganas

Octubre de 2016

domingo, 24 de mayo de 2020

ʘ̥ꀾʘ̥



ミ๏v๏彡


😺😸😹😻😼😽🙀😿😾😺😸😹😻😼😽🙀😿😾😺😸😹😻😼😽🙀😿😾

jueves, 21 de mayo de 2020

Sabiduría

Fue hace mucho tiempo pero el recuerdo sigue nítido como casi todo lo que en aquella época nos sucedió.
A mí la infancia se me presenta hoy como un comedor con la puerta abierta por la que entra toda la luz del mediodía. O un colecho donde nos arrebujábamos para leer antes de dormir.
Todavía me suceden los olores, las voces, las imágenes y sobre todo, las palabras. Letras grandes, nombres de países y de continentes en hojas que íbamos dando vuelta a medida quedaba aprobada la lectura. El método que usó mi madre para enseñarme cuando yo insistía en querer devorarme las leyendas de la calle por los ojos.
Los detalles, las equivocaciones, las risas, las dificultades están en un lugar dilecto de mi corazón. Son poesía callada y pura.
Ciertamente con el último país me emancipé del atlas y rápido tomé las riendas de mi vida lectora. Empecé a viajar sola.

Después de casi cincuenta años mi madre llega con un budín y un libro. Compartimos bastante seguido las delicias que ella insiste en convidarme, su ofrenda; lo hemos estado haciendo siempre pero creo que no habíamos vuelto a leer juntas desde el '71.

Ella abre un libro y me advierte que todo lo que allí se dice es verdad y yo pienso aunque no se lo digo: -madre, con muchas cosas pero especialmente cada vez que abrís un libro a mí se me hace la verdad.




Fotos Tolhuin. Lectura de  Los Cuatro Acuerdos de Miguel Ruiz





https://www.youtube.com/watch?v=cz0nHtC0ib8


miércoles, 20 de mayo de 2020

Derecho a las abejas

Foto Tolhuin en Jardín Japonés


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Es la madrugada en su regazo tibio.

No hay cuento de cuna,

sólo una canción que zumba bajito.

... s i n o h i h a p i n s,

n o e s f a n p i n y o n s,

n i c u c s n i o c e l l s...

Deseo hundirme en el silencio

pero ni las preguntas

ni los recuerdos

se extinguen tan fácilmente.

Si cierro los ojos tal vez aparezcan

bellos campos de lavanda

en esa tarde que se mecía,

entonces,

lila y perfumada.

Pero esos campos ya no están,

sólo quedaron en mis sueños.

Y la canción sigue zumbando:

D o n d e n o h a y f l o r e s

N o h a y a b e j a s

N i c e r a, n i m i e l

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Patricia Morante (2018).

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La canción que "zumba" es Padre de J M Serrat

y las que tienen que seguir zumbando son las abejas

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¡BASTA DE AGROTÓXICOS!

La tierra está gimiendo

el viento lo está llorando

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QUE LA PRESERVACIÓN DE LA BIODIVERSIDAD SEA POLÍTICA DE ESTADO

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20 de mayo, Día Mundial de las Abejas

ACCIÓN LATINOAMERICANA Y DEL CARIBE POR LAS ABEJAS

lunes, 18 de mayo de 2020

Sobremuerte

A mí y a mi alter ego

de pronto se interrumpió
la vida que amábamos
la que era ya no es
la amábamos
con la angustia de los días
es cierto
con sus celebraciones
y ahora tenemos una nueva
ataviada 
disfrazada

amábamos a la otra
aunque nos quejáramos
teníamos una suerte 
de matrimonio viejo con ella
a la de ahora
no la conocemos bien
y se impone aprender
a encariñarnos

así suspendida como está
al menos la tenemos
dicen
al menos hay algo
con qué conformarse
y podemos mirar a través de ella
aunque una gota suspendida 
puede ser muy frágil
incierta 
de caída inesperada

un amanecer ya no está
un día de calor ya no está
un invierno se transforma
y así estamos sin terminar
de amar una vida
que ya viene otra y otra

nos dicen cada día
cuántas personas han muerto
pero nosotros morimos
verdaderamente de otra cosa
nos estamos muriendo
de esa gota suspendida
de vida impuesta
detrás de una máscara
sin mano que se anime
a la caricia del rostro

nos morimos en la espera
de la muerte
y un poco
con el viaje de los otros
nos morimos de interrupción
de la vida que amábamos

viernes, 15 de mayo de 2020

El tío Agustín...

...ese ansioso caballo del verano


Las doce a Bragado de Haroldo Conti 
en la voz de Alejandro Apo

"El último verano que estuve en el pueblo, éste que pasó, fui hasta la vieja casa del abuelo y, como siempre, después de los saludos y los mates penetré en el empolvado taller del fondo. Tardé un rato en acostumbrarme a la penumbra, cegado como entré por el sol del patio, y en aquella momentánea ceguera sentí el tibio olor a maderas y a cola de carpintero y oí el escamoso crujir de las chapas del techo recalentadas por el sol. Cuando mis ojos se fueron acostumbrando a aquel velado y quieto paisaje de objetos sepultados por el polvo descubrí cada cosa en su exacto lugar, como si el tiempo no se hubiese movido y yo tornara de golpe a mi infancia. Allí estaba la tremenda cardadora a motor, la carcomida mesa de carpintero y sobre ella, en un extremo, mi querida sierra de ingletes que apuntaba hacia la puerta. En la prensa había un elástico a medio tender. Aquella suave pero insistente permanencia de las cosas, luego de tantos años y tantos cambios y tanto y tanto, recuperó por un momento ese firme presente de mi infancia, sin sombras ni pesos, errante edad de mi pueblo"
Haroldo Conti

Enlace para acceder al texto completo:


jueves, 14 de mayo de 2020

Ensayos






Una muchacha de cabellos de fuego abre la puerta del zaguán 
y se sienta sobre el piso ajedrezado. La intensidad de sus ojos verdes 
no pasa inadvertida para el afilador de boina que anda ofreciendo 
sus servicios a la hora en que los vecinos empiezan a preparar el almuerzo. 
Ante esa mirada irresistible, él abre de más su boca y se desliza hasta el piso 
su flauta de pan interrumpiéndose el característico silbido de tres o cuatro notas.

Él ensaya un piropo en su cabeza pero se da cuenta, porque ya 
se lo han advertido otras veces, de que no tiene que andar acosando 
con sus frases libidinosas a las muchachas aprovechándose de su condición 
de pasearse por las calles para ejercer su oficio. 

-¿Cuchillos...? ¿Tijeras...? - pregunta con voz melíflua.
La joven niega con la cabeza.
El afilador recoge su chiflo, lo limpia rápidamente con su mano, 
lo acerca a sus labios y vuelve al silbido no sin antes servirse 
de su propio gesto para deslizar en el aire, un besito.


Roque.

Hace 85 años María García Medrano trajo al mundo al poeta, el más grande que ha dado El Salvador: Roque Dalton.

Aída fusilemos la noche
Y la terrible
Miseria colectiva.
Aquí tenemos estas cuatro manos
Y tenemos mi voz.
Nos respaldan tus ojos
Y tu suave
Manera de ir queriéndome.
Nos respalda esa sangre proyectada
Hasta el cuerpo del hijo.
Nos respalda esta atmósfera
Este pan cotidiano
Y estas cuatro paredes
Que tutelan los besos.
Rompamos Aída esta tormenta amarga.
Hay que construir pañuelos con luceros
Para secar las lágrimas del hombre.
Hay que llevar al niño
A su música antigua.
Hay que volver a fabricar muñecas
Y hay que sembrar maíz en las ciudades.
Hay que dinamitar los rascacielos
Y dar lugar para que ascienda el trigo.
Hay que hacer instrumentos de labranza
Con los buses urbanos.
Aída, fusilemos la noche
Y esa horrible bandera.
Aída fusilemos la noche
Y los negros cañones
Y las bombas atómicas;
Fusilemos el odio
Y la terrible
Miseria colectiva.

Roque Dalton.


Lectura de sus poemas:
http://revistaultimoround.com.ar/roque-dalton-la-poesia-asalto/?fbclid=IwAR0Jg19Pstk3wFnOfzDRVyPfP3iAdjRSal5gtRz_brg-eAsCgdWIGcKeGyk

viernes, 8 de mayo de 2020

Los sueños van prendidos con la vida

¡Qué hermosa está la luna por estas noches!
La vemos entrar al patio 
y si no fuera porque la sabemos irrompible 
podríamos jurar que la luz entre las macetas 
viene derramada de una lámpara rota.

Por eso también cantamos.


Poema XII

Foto Tolhuin. Confinamiento.

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entre la confusión y la franca derrota
el antiguo sobresalto y la resignación
la suspensión y la caída
el trasnochado temor y el olvido
busco el noble trayecto de la gota
busco una hendidura
el  digno resquicio 
y que al otro lado de la puerta
la esperanza no aparezca 
disfrazada

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jueves, 7 de mayo de 2020

De antiguas y dudosas complicidades





Dudosas no, dubitativas.
Firman: Las Complicidades.

A veces una foto reemplaza un heptasílabo


extraño el patio
Foto Tolhuin en Parque 9 de julio Tucumán
y sus reflejos