Ahora, que el propósito aparece
como el revés de todo lo pensado;
ahora que en el día terminado
ni el pan ni los astros estremecen.
Ahora, que mi canto se empobrece
y se adelgaza, ruin, abandonado;
ahora que es bien pisado lo pasado
y el último recurso empequeñece.
Busco atrapar la luz desde una grieta
en la noche que aulla como un perro;
busco el grito en las bocas que se aquietan,
la esperanza en la piedra o un destello;
busco el pulso inaudible de mis venas
en la intemperie de este loco encierro.
lirismo, piedra, grito... FUERTE, exquisito poema...abrazo silencioso que reconfortará, creo, en la intemperie de ciertos días.
ResponderEliminar¡Un soneto! Admirable.
ResponderEliminarTe mando un abrazo y una sonrisa.