<°> <°> <°> <°> <°> <°> <°>

...o këmamëll, voz del mapudungún: "corazón del árbol", el centro, el meollo...

jueves, 2 de abril de 2015

Detrás del héroe.

Malvinas, el 2 de abril, el 2 de mayo, siempre me despiertan sentimientos de angustia.

En primer lugar, por el  recuerdo del año 82 a mitad de camino del colegio secundario, con la amargura de la guerra. Aunque proclamáramos que las islas eran argentinas en el silencio de nuestros corazones de adolescentes estaba el rechazo a una guerra. Sufríamos en ese silencio sin conocer del todo lo que estaba ocurriendo. Y la mentira a la orden del día en la voz de los genocidas y sus cómplices.

Después, porque la vida me cruzó con un sobreviviente del Crucero Belgrano. Fue mi esposo. Hoy es el padre de mis hijos. 
Detrás de ese héroe, en más de 20 años de convivencia, no estaba la heroína, sino una mujer que no supo qué hacer para llegar a él. A él, que se había embarcado por obligación y que, además, se convirtió en náufrago.

Lo confieso, no pude rasgar esa capa infranqueable de dolor que lo cubría...

Muchachito con grandes ojos para admirar la vida, sólo te mostraron evidencias de todas las veces que podían sesgar tus sueños. Eso no se olvida, por más que mil veces te pidan perdón, que de hecho no lo pidieron, por más que te alcancen un miserable salvavidas y te digan que fue por la patria. Vos sabés bien qué es la patria. Yo, que escribo estas palabras, no lo sé. Me aproximo quizás al pensar que en esa balsa donde no entraban todos y se cagaban bien de frío y de hambre estaba la patria. Hubiera sido un país de pibes con ganas de vivir, de estudiar, de ir a divertirse los sábados, pero se habían hecho mayores de edad con más represión que cualquiera. ¡Tantas veces los mataron!

Ayer escuché con dolor a un ex-combatiente: -no nos dábamos real cuenta de lo que pasaba hasta que estalló la bomba y tuvimos nuestro primer compañero caído...



No hay comentarios:

Publicar un comentario