18 de enero de 1978
La Paz (Bolivia). Eduardo Galeano.
—El enemigo principal, ¿cuál es?
¿La dictadura militar? ¿La burguesía boliviana? ¿El imperialismo? No,
compañeros. Yo quiero decirles estito: nuestro enemigo principal es el
miedo. Lo tenemos adentro.
Estito dijo Domitila en la mina de estaño de Catavi y
entonces se vino a la capital con otras cuatro mujeres y una veintena de
hijos. En Navidad empezaron la huelga de hambre. Nadie creyó en ellas. A
más de uno le pareció un buen chiste:
—Así que cinco mujeres van a voltear la dictadura.
El sacerdote Luis Espinal es el primero en sumarse. Al
rato ya son mil quinientos los que hambrean en toda Bolivia. Las cinco
mujeres, acostumbradas al hambre desde que nacieron, llaman al agua
pollo o pavo y chuleta a la sal, y la risa las alimenta. Se multiplican
mientras tanto los huelguistas de hambre, tres mil, diez mil, hasta que
son incontables los bolivianos que dejan de comer y dejan de trabajar y
veintitrés días después del comienzo de la huelga de hambre el pueblo
invade las calles y ya no hay manera de parar esto.
Las cinco mujeres han volteado la dictadura militar.
Publicado en: Memoria del fuego
Fuente original: http://www.patriagrande.net/uruguay/eduardo.galeano/memoria.del.fuego/19780118.htm
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