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...o këmamëll, voz del mapudungún: "corazón del árbol", el centro, el meollo...

martes, 17 de diciembre de 2019

Ancestro



Mi hermana las clasificaría como "fotos de antes" y después reiría ante mi determinación de decirle que  todas son de antes, que todavía no tenemos fotos reales, físicas, del futuro. Supongo (y lo pienso mientras seguimos hablando) que la ciencia-ficción ya tomó el caso.
Entiendo perfectamente lo que mi hermana dice. Ella hace una comparación con las fotos "de ahora", las de "durante" porque de "después" no hay. Y reímos.

Estas fotos en blanco y negro aparecieron hoy en ese confuso momento dado entre el sueño y el despertar. Sabía que estaban en algún lugar y las encontré.
Aunque en algunas no parezca, cada una corresponde a una celebración, porque ¿de qué otra forma llamaríamos a ese instante en el que nos predisponemos (o nos predisponen) a mirar a la cámara, ese instante que quedará en algún lugar físico, "eternizado"?
Me aparecieron estas fotos como una sucesión, como si contaran una historia (y es que la cuentan), como el resumen de cuarenta años de una porción de vida que fue hace más de cuarenta años. Y me detengo en las dos últimas, las de verdadero festejo con el otro u otra, las de cumpleaños.

¿Me detengo y qué...? Pienso en la sonrisa de mi papá que celebra mi primer cumpleaños, en su abrazo, en su cara tan redonda como la mía. Pienso en sus cuarenta años de 1973 (en un 17 de diciembre como hoy), en mis siete y en el momento de esa foto porque recuerdo bien cuando me senté rápidamente en la pierna de mi papá para celebrar el flash.
Ahora me detengo en la de Juancito a los tres años...
Ahora quiero detenerme en las de juventud...
Ahora me detengo aquí, recordando, celebrando fotos de antes y de ahora. Se me mezclan, se entretejen los tiempos, las historias, los festejos, los paisajes, los colores.

Cuántas fotos en una foto, cuánta celebración, cuánto futuro.



domingo, 15 de diciembre de 2019

Semilla y estrella

quiero amar para siempre
el regazo tibio de la mañana

reconocerme en los aullidos lejanos

hundir mi memoria
para renacer brote tierno

quiero hundir para siempre
la palabra auxiliadora

amarme en el revés de mí

reconocer el destello
para abundar de oscuridad

quiero reconocer para siempre
la gota doula

hundirme en la greda tibia

amar los surcos que acunan la luz                                                               

jueves, 3 de octubre de 2019

Un mundo mejor

Nací del amor de una verdad,
nací del amor de dos almas sin edad,
en su lecho dormí,
de sus pechos bebí,
me hice mayor, me llevé su amor,
les dejé el dolor,
el mundo quería descubrir....

No tengas prisa, me decían,
él te descubrirá a ti,
y cuando sientas su soledad,
querrás volver...
Ésta es tu casa, éste es tu hogar,
y siempre estos brazos encontrarás....

Cambiarás el color de tu vida,
dejarás de ser uno más,
buscarás el camino perdido,
soñarás con volver hacia atrás...

Yo creí que el mundo era mío,
ellos tenían razón, yo era uno más,
y como uno más yo pido perdón,
y siento nostalgia...
de sol a sol, de ayer a hoy,
y doy a la vida cuanto soy por sus palabras...

Cambiarás el color de tu vida,
dejarás de ser uno más,
buscarás el camino perdido,
soñarás con volver hacia atrás...

Yo soñaba con un mundo distinto,
el que yo pintaba con mis lápices de color,
y aunque era de cartón,
era mi mundo,  mundo de amor,
un mundo de niño, un mundo mejor...

Cambiarás el color de tu vida,
dejarás de ser uno más,
buscarás el camino perdido,
soñarás con volver hacia atrás...

Volver para mí es como nacer.

Camilo Sesto.

lunes, 16 de septiembre de 2019

Métrica rebelde para la evocación de la mesilla // Vaso encendido



Más que epígrafe o pie de foto.

Captura de pantalla perteneciente a una publicación del 4 de enero de 2017. La foto de dicha publicación la tomó un amigo en medio de una tertulia en La Casa de Argimón  los primeros días abril de 2013, con lo cual el tema de la definición de mesa de luz y la poesía que conlleva me acompaña desde entonces.
Aunque la mesita de luz que aparece resignificada en biblioteca es la misma que estaba en la habitación de la infancia y adolescencia de mi hermana y mía. Es decir que en 1974 esa mesilla estaba en medio de dos camas, tal vez con un velador encima, tal vez con algunos libros, seguro de color marrón y con marcas de rasguños de gato a ambos lados. Con las mudanzas, la mesilla también tuvo sus metamorfosis. 
Un día leí un hermoso poema de Antonio Requeni , El vaso de agua, creo que fue el primer poema que leí de él, me pareció bellísimo y empecé a resignificar objetos y repreguntarme por mis propios rituales. Uno de los objetos fue la mesita de luz.
Y en mi afán de buscar otras denominaciones para ese objeto  recorrí la red y encontré la definición que aparece en la captura. El poema de Requeni es el poema de Requeni pero descubrí algo de poético también en esas wikipalabras: los nombres asociados con la noche, los objetos personales que pueden allí depositarse, uno o más cajones que guardan vaya a saber qué según cada persona, los ritos de leer o despertar.
Fiel a mi estilo, ya no uso esa mesilla como tal, en su lugar y más allá de él, lo que me sirve
como mesa de noche es una para televisor que me regaló mi amiga. Un objeto muy
querido para ella porque lo construyó su cuñado. -¿La querés?- me dijo un día. -Ya sé que no tenés televisión pero a lo mejor te gusta-.
 A ella esa mesa le había quedado chica (como a mí, la mesilla) y ahora me viene bien con todo lo que le puedo colocar encima.
Volviendo al poema de Requeni que me quedó dando vueltas desde que lo leí y conmoviéndome ante el hecho de la comparación del elemento vital agua con su madre, alguna vez hice referencia a ello en un caligrama, quiero confesar que hay dos líneas que son un humilde homenaje a la belleza de Requeni.

Libre asociación de ideas para algún poema.

El agua, el vaso, la mesilla de noche, la aureola que queda, la lámpara, las cintas de colores colgando de ella, los libros, la colección de objetos pequeños, el celular en lugar del despertador, la evocación de la madre, mi madre dándome la mesita de mi niñez, la mesita usada como biblioteca, la nueva mesa, la suerte de mesita de luz hecha con cajones de verdulería, el velador elaborado con una botella de cerveza, la poesía de Requeni, el útero (el de mi madre, el de la tuya, el mío), el encuentro con Requeni, la cumbre del agua, el derecho al agua, elamoralagua, el 75% de nuestro cuerpo, nuestro cuerpo recostado sobre la cama al lado de la mesilla, el poema de Requeni, tu cuerpo y el mío entre dos mesillas.




El agua del poema de Requeni,
un recuerdo evocado con palabras,
la sed nocturna, el derecho a las gotas,
y el cuarto compartido con dos camas.
En ella está la infancia,
una porción de juventud
y un secreto que de otra cosa,
en su único cajón, se disfraza.

Tantos signos allí durante años,
tantos retos, tantas horas amargas,
junto a la aureola de apoyar la taza,
alguna cosa perdida y encontrada
y el despertador todas las mañanas.

En casa siempre fue "mesa de luz"
aunque hay otras formas de llamarla.
Y a mí su poesía me conmueve
en tantos modos de nombrarla.

Aunque no tenga a quien felicitar
por el invento
con estas palabras al menos
rendir honores intento.

¿Vos te acordás de cuando armamos una con cajones?
De frutas, de verduras, pintura de varios colores
y un velador bien loco que sacamos no sé de dónde.

De todo encontramos en ella, 
y aunque el Feng Shui no lo aconseje,
al igual que el sinfín de papeles,
la pila de libros cada día más, crece:
todos parecen ser "pendientes".

Hoy sube un gato curioso, mañana vuelve,
con sus pies de felpa su estructura apenas mueve.
Pasa el tiempo y las confesiones reaparecen,
más que en la almohada y en las nostalgias 
entre poemas y cuentos leídos en voz alta.

Si me preguntaran por el presente
si es que tal vez a alguien le interese,
el paisaje es éste:
una mesilla y la otra,
a cada lado de la única cama
y tu cuerpo y el mío entre ambas.








sábado, 7 de septiembre de 2019

Amaranto


~~~
Amaranto puro en la arrasada tierra.
Corazón abierto en la asomada desértica e impúdica.
Fuiste un paso adelante, siempre un paso adelante.
La sombra del éxito sojero en el país del hambre.
Y la necesidad humilde.
Fuiste el tiempo mismo en el más crujiente
de nuestros espejos.
~~~
Me niego a llevarte como estandarte
de una lucha de otros.

Vos pusiste el cuerpo de verdad.

Néstor Elías.

domingo, 1 de septiembre de 2019

💧 𝐂𝐀𝐍𝐓𝐎 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐀𝐁𝐔𝐄𝐋𝐀 𝐆𝐑𝐈𝐋𝐋𝐎 𝐀 𝐋𝐀 𝐋𝐋𝐔𝐕𝐈𝐀💧


Ch'illchi, ch'illchi paritay
Ch'illchimullaypuni, ch'illchi paritay
Ch'illchi, ch'illchi paritay
Ch'illchimullaypuni, ch'illchi paritay
Ch'illchillay, ch'illchillay
Ch'uwa, ch'uwa, ch'uwa, ch'uwa yakitu
Ch'uya, ch'uya, ch'uya, ch'uya paritay
Ch'illchimuy, ch'illchimuy
Ch'illchi, ch'illchi paritay
Ch'illchimullaypuni, ch'illchi paritay
Ch'illchimullaypuni, ch'illchi paritay
Ch'illchi, ch'illchi paritay
Ch'illchillay, ch'illchillay
Ch'uya, ch'uya, ch'uya, ch'uya paritay
Ch'illchimuy, ch'illchimuy
Ch'uwa, ch'uwa, ch'uwa, ch'uwa yakitu

Sigue lloviendo, sigue lloviendo
Suave, suave, lluviecita
Siempre llueveme, suave lluviecita
Suave, suave, lluviecita

Siempre llueveme, suave lluviecita
Pura, pura, agüita.
(se lo está pidiendo a la lluvia)
Pura, pura, pura, lluviecita
Llueveme, llueveme!







jueves, 22 de agosto de 2019

Amazonia

Quisiera que no fuera verdad, que todo formara parte de una horrible pesadilla pero nos estamos quemando, se están quemando nuestros bosques, nuestros animales, se están quemando nuestros hijos, las generaciones futuras. 
Los depravados que iniciaron el fuego se queman y con ellos sus familias, incluso los descendientes que aún no nacieron.
Volvieron a quemar la dignidad de Chico Mendes. Se está quemando el Mosquerito que lleva su nombre. Se quema su legado. Se quema una vez más una biblioteca.
Lo que nazca a partir de ahora nacerá quemado.
Se queman los niños antes de llegar con su mensaje a ese tiempo que los adultos no veremos.
Los mensajes se prenden fuego.
No hay sostén, no hay ética.
Ya no hay palabra que apague atrocidad semejante.
Y yo ¿recién me doy cuenta?




https://hipertextual.com/2015/06/chico-mendes-amazonas

https://youtu.be/1-Mccu0UOq8

martes, 13 de agosto de 2019

Vaso encendido

Libre asociación para algún poema.

El agua, el vaso, la mesilla de noche, la aureola que queda, la lámpara, las cintas de colores colgando de ella, los libros, la colección de objetos pequeños, el celular en lugar del despertador, la evocación de la madre, mi madre dándome la mesita de mi niñez, la mesita usada como biblioteca, la nueva mesa, la suerte de mesita de luz hecha con cajones de verdulería, el velador elaborado con una botella de cerveza, la poesía de Requeni, el útero (el de mi madre, el de la tuya, el mío), el encuentro con Requeni, la cumbre del agua, el derecho al agua, elamoralagua, el 75% de nuestro cuerpo, mi cuerpo recostado sobre la cama al lado de la mesilla, el poema de Requeni, tu cuerpo y el mío entre dos mesillas.





El agua del poema de Requeni,
un recuerdo evocado con palabras,
la sed nocturna, el derecho a las gotas,
y el cuarto compartido con dos camas.

En ella está la infancia,
una porción de juventud
y un secreto que de otra cosa,
en su único cajón, se disfraza.

Tantos signos allí durante años,
tantos retos, tantas horas amargas,
junto a la aureola de apoyar la taza,
alguna cosa perdida y encontrada
y el despertador todas las mañanas.

En casa siempre fue "mesa de luz"
aunque hay otras formas de llamarla.
Y a mí su poesía me conmueve
en tantos modos de nombrarla.

Aunque no tenga a quien felicitar 
por el invento
con estas palabras al menos
rendirle honores intento.

¿Vos te acordás de cuando armamos una con cajones?
De frutas, de verduras, pintura de varios colores
y un velador bien loco que sacamos no sé de dónde.


De todo encontramos en ella, 

y aunque el Feng Shui no lo aconseje,
al igual que el sinfín de papeles,
la pila de libros cada día más, crece:
cada uno parece que es una cosa pendiente.


Hoy sube un gato curioso, mañana vuelve,

con sus pies de felpa su estructura apenas mueve.

Pasa el tiempo y las confesiones reaparecen,
más que en la almohada y en las nostalgias 
entre poemas y cuentos leídos en voz alta.

Si me preguntaran por el presente
si es que tal vez a alguien le interese,
el paisaje es éste:
una mesilla y la otra,
a cada lado de la única cama
y tu cuerpo y el mío entre ambas.


Tres momentos, tres poemas, tres mujeres

Momento Que corra el río (homenaje a Berta Cáceres) de Karla Lara.

Momento El mundo del revés de Verónica Gelman

Momento La carta de Violeta Parra

"...el mundo del revés es el mundo que queremos..." dice el poema de Verónica Gelman y en DVV lo exponemos sobre el escenario en un momento de sentidos homenajes a las autoras de textos y canciones y a quienes ellas mismas homenajean. Instantes de la escena en los que se nos atraviesan infinidad de nombres de quienes  buscaron o aún buscan también el revés de las cosas.


Fotos: gentileza de Casa de Tucumán en Bs. As. Función de Dos Veces Voces en julio de 2019

lunes, 5 de agosto de 2019

Lo que sabíamos de niños


When I was small, and Christmas trees were tall
We used to love while others used to play
Don't ask me why, but time has passed us by
Someone else moved in from far away
Now we are tall, and Christmas trees are small
And you don't ask the time of day
But you and I, our love will never die
But guess we'll cry come first of May
The apple tree that grew for you and me
I watched the apples falling one by one
And I recall the moment of them all
The day I kissed your cheek and you were gone
Now we are tall, and Christmas trees are small

Barry Gibb / Maurice Gibb / Robin Gibb
FIRST OF MAY



...la locura de esconder caracoles bajo las plantas antes de que 
la abuela les interrumpa su bacanal de hojas tiernas.
P. M.

viernes, 2 de agosto de 2019

Sueño

había poetas
con la cosecha de invierno
entre las manos

parecían días sin tiempo
de susurros en las espigas
y pájaros que partían las semillas
antes que la tierra

un hilo verde se tejía
en los alambres

era de ver la ofrenda
con sones de atardecer
e incendio de horizontes

después los colores se acurrucaban
la música parecía apagarse
para siempre
los pájaros morían


morían

de tanta paz
que a llorarlos
no alcanzábamos

y yo conocía poetas
que nunca escribieron nada


domingo, 28 de julio de 2019

Origen de una foto (o dos).

Algunas versiones:

-Todo empezó cuando les pedí sus voces para la presentación de mi libro Multiversos de la tierra- YANI
-Todo empezó a partir de la lectura de Caperucita, un cuento clásico para tiempos modernos- MARTÍN
-Todo empezó porque mis canciones son su fuente de inspiración- MARÍA ELENA
-Todo empezó porque me gusta cambiar o agregar letra a las canciones- LA PATRI CHIQUITA/EL DANY CON RULOS
-Todo empezó en un viaje a Tucumán- MARY
-Todo empezó en un viaje a Buenos Aires y en una conversación que mantuvimos- BOBBY
-Todo empezó la noche en que pronosticamos 5°C- SERVICIO METEOROLÓGICO
-Todo empezó por la costumbre que tenemos de recopilar voces- DOS VECES VOCES
-Todo empezó a partir de los agronegocios- GROBO FEROZ
-Todo empezó porque no lo hice de adolescente- LA PATRI GRANDE
-Todo empezó porque son tan ellos- BOCA QUE VUELA
-Todo empezó con la apertura de El Arbolito Casa Cultural- LUCÍA
-Todo empezó por la F.L.I.A- EL LARVA
-Todo empezó por amor- EL DIABLO
-Paren, paren, todo fue gracias a mí- EL FOTÓGRAFO
(Se esperan más opiniones)



Juguemos en el mundo 
mientras el Diablo no está. 
Diablo, ¿estás? 

Me estoy poniendo la cartuchera
y la casaca militar, 
y con mi música de metralla 
a todos quiero ver bailar. 

Juguemos en el mundo 
mientras el Diablo no está. 
Diablo, ¿estás? 

Me estoy poniendo la capelina 
y un delantal de caridad. 
Primero creo pobres y enfermos, 
después regalo el hospital. 

Juguemos en el mundo 
mientras el Diablo no está. 
Diablo, ¿estás? 

Estoy poniéndome la armadura 
para el congreso de la paz: 
el que primero tire la bomba 
junto conmigo reinará. 

Juguemos en el mundo 
mientras el Diablo no está. 
Diablo, ¿estás? 

Estoy poniéndome la escafandra
y el overol de fumigar,
ya me estoy yendo cerca de escuelas
para agrotóxicos aplicar.

Juguemos en el mundo 
mientras el Diablo no está. 
Diablo, ¿estás? 

Me estoy poniendo el traje de gaucho
y al bosque le voy a cantar,
con una mano hago el rasgueo
con la otra mando a desmontar.

Juguemos en el mundo 
mientras el Diablo no está. 
Diablo, ¿estás? 

Estoy reunido con tu gobierno 
en mi oficina en Canadá 
planeando contaminar tus ríos
para llevarme el mineral

Juguemos en el mundo
mientras el diablo no está...

Esperen, ¿qué culpa tiene el diablo? 
Juguemos en el mundo,
al diablo no hay que culpar.

Juguemos en el mundo
dejen de contaminar
paren de fumigar
dejen de deforestar

Juguemos en el mundo 
transgénicos nunca más
y megaminería 
crimen lesa humanidad

Juguemos en el mundo
el fracking fuera de acá 
basta de energía nuclear
y Dakar andá  a ca...
y Dakar ite de acá...

Juguemos en el mundo
dejen al lobo en paz
dejen al río cantar
dejen los bosques bailar
y dejen... 
dejemos la Pacha en paz.


Las tres primeras estrofas y el estribillo pertenecen a la canción "Diablo, ¿estás?" de María Elena Walsh; las otras son cantaturgia de Dany Aráoz Tapia y Patricia Morante para DOS VECES, VOCES.

Fotos: Espacio Tucumán~ CABA.

viernes, 26 de julio de 2019

Remembranzas de un pasado de libros.

Homenaje de DOS VECES, VOCES * a Ray Bradbury y a los bibliófilos del bosque
en Espacio Tucumán~CABA~17 de julio de 2019
Fragmentos de una propuesta en escena.

FAHRENHEIT 451:
La temperatura a la que el papel del libro se incendia
y se quema.

Guardar los libros en la memoria para salvarlos de
las llamas.
Después de un tiempo, reescribirlos.
¿Qué sucedería entonces...?

...IT was a special pleasure to see things eaten,
to see things blackened and changed...

... la sangre le golpeaba en la cabeza
y sus manos eran las de un increíble
director tocando todas las sinfonías
del fuego y de las llamas para destruir
los guiñapos y las ruinas de carbón
de la historia...

*DOS VECES, VOCES somos Daniel Aráoz Tapia y Patricia Morante.

jueves, 25 de julio de 2019

Guardiana del bosque.









 




Fotos Tolhuin en Amaranto~Raco.

Marcos Pastrana o saber leer la vida.



No sé si es válida la comparación pero así como a veces esperás que la amiga o el amigo chispeante abra la boca para hacer un chiste y de ese modo alegrarte el día, y te predisponés a sonreir aún antes de que lo haga, de Marcos Pastrana esperás siempre que lo que diga esté cargado de sabiduría. Y no falla, ¿eh?. Yo no digo que Marcos tenga la responsabilidad de decirte siempre algo que quieras escuchar, o que a veces no pueda hacerte un chiste. Menos que tu amiga/o no pueda decirte algo serio y sabio que vos tomes y valores...  Me refiero a que brota siempre de la voz de Marcos una "otra" sabiduría  que te invita, que se junta con tus propios conocimientos, no la "sabiduría" que está parada en un pedestal. Nada de lo que te diga Marcos te puede pasar inadvertido. Te deja reflexionando y así terminás aprendiendo algo más, y él también porque lo que lo hace sabio a tus ojos y a tu corazón es que aprende todo el tiempo. Pudiste corroborar que nos transformamos en los encuentros con Marcos, por más breves que sean. Esto que escribís lo venís pensando hace tiempo y a la tarde en una conversación te lo confirmó Claudia en la radio...  A ella, Marcos, le dijo la palabra justa en el momento preciso y escuchándola referir ese episodio quienes estaban allí y lo conocen no pudieron más que asentir en forma muda y sonreir al mismo tiempo.
Decís a quienes aprendemos de él y con él,  que con Marcos nos quedamos en un profundo silencio, como no nos pasa con casi  nadie.  Primero, queremos guardar cada palabra que nos dice para citarla o transmitir a otros u otras. Después nos damos cuenta de que nos llega tan hondo que resulta dificil no hacerla nuestra, encarnarla y a la vez mutarla según lo que tomemos de ella y hayamos aprendido. Y es complicado reproducir todo ese proceso junto.

A mí me pasó el día que lo conocí y con el primer diálogo que tuve con él, que fue breve, preciso e intenso, tanto que me hundí en un silencio sinónimo de inquieta paz con lo último que le escuché antes de entrar a una reunión de la que participaríamos. Después, en la misma reunión, me daban vueltas sus dichos, tanto que escribí el diálogo en una libretita que todavía no había estrenado porque no quería olvidarme ni una sola palabra. Mi silencio y lo que parecía una acción de tomar apuntes en medio de la asamblea se hicieron cómplices de esa hoja en blanco que inauguraba un posible borrador.

Eso también tienen los encuentros con Marcos, porque él no te dice frases célebres ni sentencias ni te hace bajadas de línea. Lo suyo es la dialéctica, dicen por ahí. Entonces te ves obligada  a reproducir la conversación completa para ver cómo te fue cambiando o haciéndote descubrir algo que ya tenías pero no habías leído aún.

Foto Hito Tolhuin  Octubre 2017
A menudo me encuentro reflexionando y/o escribiendo acerca de lo que en mi vida son hitos, cuando puedo detenerme y mirar hacia atrás. Es decir, aquellos que tienen que ver con atravesar un momento, hacer arte, conocer a alguien, parir, tomar una decisión, etc, etc. Podría decir, con ese criterio que mi vida está llena de ellos, cosa que es verdad, porque cada hecho me transforma un poco, pero lo cierto es que hay algunos que son más hitos que otros.

Y no siempre un "más hito" es sonoro o rimbombante o se presenta visible como un sólido poste de piedra. A veces, es una palabra dicha a tiempo por alguien que recién conocemos seguida de un silencio profundo, una distracción en medio de una asamblea, una libreta cómplice. Y casi siempre, con el paso del tiempo y en el intercambio con compas vas reafirmando qué tan hito es un hito.

Y en un día fuera del tiempo volvés a la libreta de 2017, seguís hilvanando historias y te dan ganas de empezar a escribir una semblanza de cuando conociste a Marcos o inaugurar una sección denominada "más hitos".











miércoles, 24 de julio de 2019

Poema X

Mi gata ya no me ve
pero desde los primeros tiempos
aprendió a guardarme
en el fondo de sus ojos.
Ya no me ve pero sabe el camino
para proveerse de regazo,
y así llegar a las sesiones
de lectura en voz alta.
No me ve, es cierto,
pero me mira
con ese amor que me tiene
desde siempre.
Y si acaso tampoco pudiera oirme,
escucharía mis pasos hacia ése,
su pequeño y tibio corazón,
escucharía mi llamado sin voz,
mi poema silencioso,
mi grito de amor agradecido,
mi amor porque sí
y porque entre ambas
no puede haber otra cosa.

miércoles, 5 de junio de 2019

sábado, 25 de mayo de 2019

Poema sin fecha.

Amamos, esperamos, lloramos. Se nos eriza la piel.
Reímos hasta las lágrimas.
Pedimos. Desesperamos.
Nos sonrojamos. Se nos llena de calor el pecho.
Hacemos como la primera vez. Diez veces, cien veces.

Un día nos metemos en el barro.
Gritamos de alegría en medio de un camino.
Cantamos, cantamos, cantamos, cantamos...y cantamos.
Nos llega la desilusión. Volvemos a creer.
Nos desilusionamos. Volvemos a creer.
Nos desilusionamos. ¿Volvemos a creer?...

Escribimos cartas.
Sangramos.

Tenemos un sueño.
Morimos.
Volvemos a la vida.
Caen cansados nuestros párpados.

Y amamos un sueño.
Abrazamos, abrazamos, abrazamos, abrazamos...
Ofrecemos  una mano.
Damos las manos.

Hacemos una ronda.
Miramos a los ojos. Miramos y miramos.
Acariciamos con los pies.
Prendemos el fuego. Cuidamos hasta la última brasa.

Ganamos.
Vencemos.

No nos vencemos.

Haroldo.

"...El Príncipe propuso entonces, ahora que estaban todos reunidos, una cierta celebración con motivo de aquel feliz naufragio. El Capitán estuvo de acuerdo. La vida es una entera travesía, se erraba desde el nacimiento, ese puertito de luces tan recogido, tan breve, suceso pequeño como todo lo que viene después. (...) Uno es historia. ¿Qué hay para adelante? Caminos. (...) La vida es un barco más o menos bonito. ¿De qué sirve sujetarlo? Va y va. ¿Por qué digo esto? Porque lo mejor de la vida se gasta en seguridades. En puertos, abrigos y fuertes amarras. Es un puro suceso, eso digo. ¿Eh, señor Mascaró? Por lo tanto conviene pasarla en celebraciones, livianito. Todo es una celebración.
Alzó la jarra y bebió.
El Príncipe se rajó un aplauso. Animaba con la cabeza al Nuño y a Oreste, que aplaudieron también. Las gaviotas revolotearon sobre el grupito, emprendieron unos vuelos y, cuando terminaron los aplausos, se ordenaron otra vez a popa.
Mascaró se volvió por primera vez. Levantó una mano, aprobó.
-La vida es célebre, de cualquier tamaño, o no sirve para un carajo.
-¡Confirmo!- gritó el Príncipe, y miró a todos, uno por uno...."

Cita de "Mascaró. El cazador americano" de Haroldo Conti. Crisis, 1975. Pág 59.

El libro digital completo:

http://servicios2.abc.gov.ar/lainstitucion/programaddhhyeducacion/destacado_biblioteca/pdf/mascaro_elcazadoramericano.pdf

jueves, 23 de mayo de 2019

Atahualpa.

Fotos de Tolhuin en Cerro Colorado.
Julio de 2018.


Bajo la sombra de un roble.

























Atahualpa Yupanqui falleció el 23 de mayo de 1992.
Sus restos descansan en su casa, hoy museo, de Cerro
Colorado, bajo la sombra de un roble, y junto a los restos de
Santiago Ayala, El Chúcaro.