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...o këmamëll, voz del mapudungún: "corazón del árbol", el centro, el meollo...

domingo, 12 de abril de 2009

UN POETA Y UN VIAJE PROFUNDO.



Un libro que no es libro, sino un "cuento de hadas argentino", pero entrañable...como un abrazo.


"HERMANO, PACO URONDO" de Beatriz Urondo y Germán Amato llegó hasta mis huesos.
Antes de tomar el libro con mis manos lo abrí con mi corazón, en "La casa de la lectura"... un día cálido en que sus autores compartieron generosamente tantas emociones.
Escribí un mail comentándolo. Y Germán me respondió: "...es una alegría que nuestro libro sea un viaje profundo para vos. Compartilo; que es la misión de esta historia... compartirse en nuestro compartirnos.Un abrazo para vos y tu familia..." como se lee al final: "esta historia necesita aire puro, no polvo de biblioteca".


Entonces, un día conté un fragmento en mi actividad como narradora: el de Tom, Paquito y las plantas...


Otro día en 1er año de secundaria presenté al mago Chuquisaca...


Volví a Tom "con el sol en el lomo" y a Paquito "sentado bajo un árbol pelado" y les leí a mis alumnos...Luego ellos escribieron historias de chicos y perros, de Paquitos y pelirrojos que rompen plantas. Entrañables historias donde el amor entre un niño y un perro siempre triunfa, relatos tristes en donde sucede lo irremediable, continuaciones en las que Paquito y Tom son perdonados indefinidamente o en donde viven aventuras sólo dignas de ellos. No faltaron los elementos fantásticos ni la actualidad pura...


Estos son algunos de los relatos de alumnos de 1er año de la Escuela Secundaria del Instituto M.T.de Alvear de Ituzaingó, pcia de Buenos Aires:

De Paola Priscila del Arco

Entonces, desde ahora, la mamá está enojada y triste. Paquito, en la casa, le pidió disculpas en el nombre de él y de Tom, su perro, y además le dijo que si ella estaba de acuerdo iba a regalar al perro a otra familia e iba a comprar otro de menor tamaño, que sea compañero, y que no le rompa las plantas. La mamá, Norma, muy angustiada le contestó:

-Mirá, Paquito, cualquier otro perro que me traigas me va a romper las plantas como lo hace Tom, aunque sea alto, bajo, enano, gordo o flaco..

...Tom, al ver que Norma no lo registraba, decidió marcharse sin que nadie sospeche, por la noche.

El tiempo pasaba y toda persona que se le acercaba a Norma para hablarle no encontraba respuestas, ya que ella estaba angustiada y no contestaba.

A todo esto, Matías, el papá, y el marido de Norma, opinaba igual que ella.

Paquito, se juntó con Juan, su vecino de la vuelta, y se fue a dormir a lo de él.

Al dia siguiente, Paquito volvió a su casa y se dio cuenta de que Tom no estba. Enojado, tratando mal a su mamá le preguntó qué había hecho con su perro. Ella, sorprendida, le contestó que no sabia nada de Tom. Paquito no le creyó y se fue de la casa.

Faltaban diez días para el cumpleaños de Norma. Paquito, aunque no estaba en su casa, le estaba organizando una fiesta sorpresa.

El día del cumpleaños, Norma estaba muy angustiada porque no podía compartir nada con su hijo.

Las horas pasaban… y cada vez faltaba menos para que termine el dí, cuando de golpe tocaron el timbre...Se podrán imaginar quién era:¡era Paquito!. Norma, muy contenta, no lo podia creer y le dijo que era el mejor regalo que una madre podría recibir.


DE KEVIN BRUNO:
Mamá se enojó de nuevo con Tom, para variar, porque rompió las plantas, y no sólo eso, manchó todo con barro.
La madre le dijo que no podía conservar al perro, que era tan travieso como un nene chiquito. Paquito corrió llorando a su cuarto y se durmió como un bebé. Luego despertó, no vio a Tom y se puso a llorar, lo buscó incansablemente.
Luego de un buen rato fue a su casa y vio a Tom con un moño. La madre lo había perdonado y Paquito fue el chico más feliz del mundo.




DE ELIZABETH ROMINA MORALES.

...Quería deshacerse de él.

Paquito no pensaba volver pues no dejaría que se llevaran a Tom.Pero tampoco podía soportar la idea de no volver a ver a su familia, ni a Tom.

Paquito no sabia qué hacer, de lo que estaba seguro era de que llorar no serviría de mucho.

Entonces vio pasar a su mejor amiga, Clara, y se le ocurrió regalarle a Tom e ir a visitarlo diariamente.

Corrió tras Clara y le ofreció el perro.Clara gustosamente aceptó.

Y así fue: Tom se quedó con Clara, Paquito lo iría a visitar todos los días y su madre estaría contenta de que sus plantas permanezcan en buen estado en su bonito jardín.




DE EZEQUIEL VILLADA:
Por romper las plantas, la mamá sacó antes del atardecer a Tom.
Tom pasó la noche con un gato bajo el árbol pelado y al lado del árbol florecido había una nota. La nota decía que si para el primer día de otoño no dejaban mil pesos lo iban a ahogar.
La mamá, tan culpable que se sentía, llamó a la policía y el oficial le dijo que junte el dinero. Le dijo que lo iban a tener rodeado.
Una semana después, el primer día de otoño, la mamá dejó la plata, los secuestradores agarraron la plata pero no soltaron a Tom. Los policías rodearon la cuadra, los atraparon y los encarcelaron y Tom volvió con Paquito.
La mamá prometió que nunca iba a volver a sacar a Tom.
Tom empezó a toser y de la boca le salió un diamante…


DE LUCÍA DÍAZ:
Tom es chiquito pero muy travieso.
Mamá había trabajado todo el día, entonces decidí juntar el desorden que había ocasionado el perro.
Paquito, con su cuerpo delgado y diminuto me ayudó, luego nos quedamos viendo personajes de los cuentos fantásticos.
También vimos historietas que estaban guardadas en un cajón. Unas eran en blanco y negro, como los colores de una cebra y otras eran muy colorinches como el arco-iris. A mí me gustaban más las blanco y negro igual que a Paquito, pero parecía que a Tom le gustaban más las de color.
Luego de leer los cuentos e historietas nos dormimos. Cuando nos despertamos de la siesta fuimos a la plaza.
Antes de que mamá se despertara de su siesta decidimos ordenar todo para que se ponga contenta. Y así fue: sonreía de la felicidad.




DE AXEL BARBARA:
De lo enojada que estaba echó a Tom, el perro, a la calle, luego se perdió en el horizonte.
El joven niño, Paquito, lloró por tres largos días, casi sin parar, entonces decidió ir a buscarlo.
Esa noche, cuando la mamá dormía, Paquito se escabulló hasta la ventana por donde salió a buscar a Tom.
Lo buscó y lo buscó hasta que encontró las huellas de Tom, las reconocía muy bien porque él no conocía a otro perro al que la faltara un dedo en cada pata.
Las huellas seguían hasta el bosque. Paquito sopló un silbato de plata especial que sólo los perros escuchaban y con el cual Tom, como un leopardo, iba a toda velocidad…
Con mucho coraje decidió entrar en el viejo bosque, pero apenas hizo tres pasos, se perdió. En ese momento no le importaba nada, sólo encontrar a su mascota.
Siguió las huellas hasta una cueva húmeda en donde, acurrucado en un rincón, estaba Tom.
El perro se abalanzó sobre el chico lamiéndole toda la cara.
Ya se hacía de día, así que decidió volver a su casa para no preocupar a su mamá, pero ésta ya se había despertado de su sueño y, al darse cuenta de que Paquito no estaba, desesperada llamó a la policía, a los bomberos…
Por otro lado, Paquito y Tom se perdieron pero vieron su pueblo y lo único que interrumpía su camino era un gran árbol caído que les servía como puente. Era eso o bajar el acantilado.
Cuando decidieron pasar sólo lo hicieron hasta la mitad del árbol porque se resbalaban.
Esperaron por horas hasta que un helicóptero los encontró. Un rescatista bajó del helicóptero y ató a Paquito pero no a Tom.
Cuando estaban subiendo, Tom se resbaló y cayó al acantilado pero por suerte había un río y cayó dentro de éste.
Paquito quiso volver pero no pudo, así que volvió a su casa sin Tom.
Desesperado se acercó al bosque sin entrar y sopló el silbato teniendo la esperanza de que Tom lo escuchara pero no pasó nada. Esto lo repitió por tres días hasta que el día cuatro lo volvió a hacer y por fin de los árboles salió Tom, algo rengo pero bien.
Por suerte Paquito y Tom se recuperaron de sus leves heridas.
Un mes después Tom volvió a romper las plantas.

DE FLORENCIA SOSNOWSKI:
Luego de un rato volvieron a la casa.
Mamá y Paquito, a las ocho de la noche salieron porque tenían que hacer algunas compras en el centro.
Paquito estaba muy preocupado. El perro, Tom. Tenía la costumbre de romper las plantas y todo lo que se encontrase en su camino cuando se quedaba solo.
Por eso, mamá. Cansada de que rompiera las cosas, le dijo que si hacía algún desastre más se iba de la casa.
Entonces, el desastroso Tom quedó solo.
Mamá y Paquito, después de hacer las compras, encontraron la casa desordenada. Por lo tanto, tanto uno como el otro pensaron que había sido el perro.
Luego de adentrarse más descubrieron a dos ladrones robando.
Los violentos ladrones, por la inesperada llegada de la familia, debieron tomarlos de rehenes.
Al ver esto, el valiente Tom, quien había permanecido escondido hasta ese momento, acorraló a los ladrones.
Mientras tanto, la mamá de Paquito, muy apresurada, llamó a la policía.
La policía luego de esposar y meter a los ladrones dentro del auto, se retiró.
Entonces, tanto Paquito como la mamá, agradecieron a Tom por haberlos salvado y le dijeron que, a pesar de que rompiera las plantas, nunca lo echarían de la casa.

























1 comentario:

  1. Es muy bueno el trabajo hecho. Tanto tu labor docente, como los escritos de las pibas y los pibes del cole. ¡Que siga y que crezca!!

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