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...o këmamëll, voz del mapudungún: "corazón del árbol", el centro, el meollo...

miércoles, 1 de abril de 2009

RAMAS EN AJUAR DE ESPINAS...


En octubre de 2008 tuve la oportunidad de estar en la presentación del libro "Caldén" de Gerardo David Curiá, en La casa de la lectura (Lavalleja 924, Bs As). La obra es bella y hace un recorrido poético por la Pampa: su paisaje y su historia, sus habitantes y sus misterios. Está dividida en cinco partes, aquí transcribo uno de los poemas de la segunda.


Huitru

El monte, tambor de potros,

lagunas de sal



Hacia la noche su valentía



We mapu peñi



La distancia,

tiempo en la piel desgarrada



¿Quién hostiga a Huitru?

La soledad sentada sobre las tolderías.



Caiñe caiñe caiñe



En las cuentas del saqueo

dolor por la perdida huella.

Por los ausentes

cruza la derrota

y no es la herida su aliento.



We mapu peñi



¿Por qué los dioses eligen

la forma del árbol

para el descanso de los perseguidos?



Huitru



Bravo en la fuga hasta la sed.

Negra de estrellas es la arena.

Héroe es el desierto



Peñi mapu we



Desligar las ataduras

atarlo a la tierra.

Salvarle la muerte.



Guitu Wuta Chao

Música del viento para el que muere



Guitu Wuta Chao

Golpe seco

cielo sin nubes

y el Dios

es el verbo

la voluntad



Peñi we mapu



Ramas en ajuar de espinas

intemperie,

y en lo profundo

severas falanges

hasta el agua.


Guitu Wuta Chao



En el tronco los caminos del daño



Huitru Pampa

Huitru Caldén.


En enero del presente año visité la provincia de La Pampa y conocí uno de los pocos bosques de Caldén que todavía se conserva, en Parque Luro, a 30 km de Santa Rosa.


El Huitru o Caldén es una especie endémica, y bien merecería ser el árbol nacional.

Escribí respecto del caldén:

"¿Qué tendrá para decir desde su interior el caldén añoso?

¿Cuántas vidas vio pasar desde su firmeza y dignidad?

Con la sequedad a sus pies

y el viento eterno en sus ramas,

espera ofrecer el fruto, desde lo más profundo,

a su alado compañero."


2 comentarios:

  1. La belleza solitaria del caldén provoca esta belleza de palabras. Gracias, Patri.

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