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...o këmamëll, voz del mapudungún: "corazón del árbol", el centro, el meollo...

domingo, 31 de marzo de 2024

sábado, 23 de marzo de 2024

Champaquita

"Champaquita de mi corazón, recorriendo la biblioteca tropecé esta mañana con una varilla de madera amorosamente atada con lanas de colores (no podía ser de otra manera, claro). Con la fuerza y la belleza de lo natural sostenían un mundo de rojos pájaros capaces de volar en el lado más sutil y consistente del aire. Qué placentera emoción me provocó leer esos poemas. Muchos de ellos los recordaba casi de memoria, como también tu imagen menuda, pero enorme en ternura y convicción, leyéndolos..." 

Es la primera parte del mensaje de mi amiga y admirada poeta y narradora, Ana María Oddo que desde que supo de mi felicidad por haber subido al cerro Champaquí en el 2015, me evoca con el nombre "Champaquita". A mi me encanta porque además de que viene de ella, me recuerda esos días que fueron un hito en mi vida. Con ese nombre me lleva  inmediatamente (me teletransporta) a la naturaleza más pura, a los diferentes momentos del trayecto, a las dificultades que se fueron presentando y al modo de resolverlas y, sobre todo, a lo compartido con Marina, Chochi (nuestro guía) y Martín. Y estoy sintetizando porque si tengo en cuenta la infinidad de imágenes que se me aparecen podría escribir muchísimo más acerca de esta vivencia.


Yo, que ando diciendo que "hemos perdido la ternura",  más bien la vengo encontrando en todos y cada uno de estos gestos, palabras, evocaciones,  soñados reencuentros. Quiero que Ana, que hoy me escribió el mensaje  refiriéndose a un librito mío, sepa que conocerla a ella también marcó un antes y un después en este camino que por lo general es a nivel del mar, aunque en muchas circuntancias, "desnivelado", y que esporádicamente me encuentra a 2800 metros de altura. Y estoy sintetizando porque si tengo en cuenta ese "después" de haberla conocido no me alcanzarían las palabras para describir todo lo que hicimos juntas.

Y el mensaje de Ana sigue así:

"...Cuánto de mí evocaron esos poemas. Cuánto de quien fui en ese tiempo. Cuánto de quien fui en la que soy. Por un momento sentí una cierta orfandad al recordar lo compartido en otro tiempo. Pero después comprendí que lo que uno ha sido, si es auténtico, sigue siendo y seguirá. Gracias por todo lo que das en cada verso. ❤️"

Gracias a vos, Anita de mi corazón,  por tan hermoso sobrenombre, por releerme, por recordarme la felicidad y por tu inquebrantable e infinita ternura.

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Proyecto: El Arte de la Ternura. Recopilación de voces, textos, fotos dibujos que digan, canten, hagan, celebren la ternura. 

patamorante@gmail.com


jueves, 14 de marzo de 2024

Mis quince

Este año cumplió 15 mi blog. Exactamente el 15 de febrero de 2009 hacía mi primera publicación con un cuento dedicado al Chango Miguel Ángel Estrella. Acabo de darme cuenta, ahora que estoy haciendo un poco de orden y limpieza en todas mis casas y jardines y refugios. Y este blog es muchas cosas, sobre todo refugio. Aunque creo que ya nadie lo visita, solamente quien les habla, me empecino en seguir escribiendo por aquí, hacer extensos borradores a veces que hasta yo dejo caer en el olvido. En fin, también tengo la esperanza de eso que alguna vez llamé "conexiones silenciosas", que la poesía esté exactamente ahí, en el hecho de que alguien lea esto y, aunque no deje comentario alguno, le haga ruidito o algo lo que encuentra entre estas líneas, le provoque una sonrisa o un ceño fruncido.


Volviendo a los quince, y a pesar de toda la nostalgia y tristeza que están encerradas en algunos rincones de esta guarida, puedo decir que es un excelente motivo para festejar un poco también mi cumpleaños, estos quince en los que pasó de todo, como en cualquier vida, pero con este espacio que muchas veces me salvó, literalmente.


Otro día voy a celebrar el nacimiento de este árbol.

Por el momento, un anticipo de mi vestido de 15:





Flaco Spinetta


                                         Recital en el Instituto Vocacional de Arte (IVA). Año 2008

miércoles, 13 de marzo de 2024

Corriendo sobre el mismo viejo suelo


 

Quisiera Que Estuvieras Aquí

Wish You Were Here

Entonces, ¿tú piensas que puedes diferenciar
So, so you think you can tell

El cielo del infierno?
Heaven from hell?

¿Cielos azules del dolor?
Blue skies from pain?

¿Puedes diferenciar un campo verde?
Can you tell a green field

¿De un riel de acero frío?
From a cold steel rail?

¿Una sonrisa de un velo?
A smile from a veil?

¿Piensas que puedes diferenciar?
Do you think you can tell?

¿Consiguieron convencerte de cambiar
Did they get you to trade

Tus héroes por fantasmas?
Your heroes for ghosts?

¿Cenizas calientes por árboles?
Hot ashes for trees?

¿Aire caliente por una brisa fresca?
Hot air for a cool breeze?

¿Fría comodidad por cambio?
Cold comfort for change?

¿Cambiaste
Did you exchange

Un paseo en una parte de la guerra
A walk on part in the war

Por el papel principal en una jaula?
For a lead role in a cage?

Cómo quisiera
How I wish

Como quisiera que estuvieras aquí
How I wish you were here

Somos solo dos almas perdidas
We're just two lost souls

Nadando en un acuario año tras año
Swimming in a fish bowl year after year

Corriendo sobre el mismo viejo suelo
Running over the same old ground

¿Qué encontramos?
What have we found?

Los mismos viejos miedos
The same old fears

Quisiera que estuvieras aquí
Wish you were here

domingo, 10 de marzo de 2024

De raíces, papeles y frutos maduros II

 


https://corazondelarbol.blogspot.com/2020/01/de-raices-ramas-y-frutos-maduros.html



Dos o tres historias más

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A una niña de prolija peluca verde, accesorio  con el que juega a veces,
le tocó hoy enfrentarse con sus miedos.
Hay una especie de ser viviente en pleno proceso de formación
ante sus ojos. Su rostro es rosado, casi blanco y le recuerda al axolote
 del acuario cuyo ojo izquierdo tiene una anormalidad. 
No sólo tiene una pupila sino que también ésta se alarga por demás,
incluso por fuera del ojo.
El miedo de la niña es quedar atrapada dentro de ese ojo pero a la vez
no puede dejar de mirarlo.
¿Cuál sería su destino si no pudiera zafar de esa pupila de ese ser en
pleno desarrollo?
¿Pasaría con todo y peluca verde a formar parte de ese ojo hasta que madure
del todo?

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Un muchachito que usa gorro con orejeras tiene a su abuela clavada
en su cabeza. Todo comenzó cuando la anciana se le apareció
como fantasma, entre velos azules y violetas, recordándole hacer
la tarea y practicar lectura todos los días.

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Ahora quedaría describir al perro cabezón que se interpone entre las dos historias.

sábado, 2 de marzo de 2024

El drama de la flama II



 

Atardeceres transerranos

 

Cada vez que disfruto de los atardeceres recuerdo el episodio de El Principito en el que el personaje afirma haber visto un día cuarenta y tres de ellos en su pequeño planeta…

A mí no podría sucederme lo mismo en Tierra, entonces, cada vez que está la ocasión (o el ocaso ), tomo fotos casi en forma compulsiva o simplemente permanezco quieta llenándome de esa luz que se va yendo. Cuando decido prescindir de la cámara entrecierro los ojos. Los párpados y el pecho henchido son los únicos que se mueven en mi cuerpo. Como con otro fenómeno, el de los cielos límpidos, densamente estrellados, me pasa que no sé si esa pueda ser la última vez que yo vea un atardecer tan hermoso, entonces trato de acaparar de algún modo las imágenes.

La verdad es que busco atardeceres como el Principito. ¿Por qué será?

 



















 "¡Ah, principito! Así, poco a poco comprendí tu pequeña vida melancólica. Durante mucho tiempo tu única distracción fue la suavidad de las puestas del sol. Me enteré de este nuevo detalle, en la mañana del cuarto día, cuando me dijiste:

-Me encantan las puestas de sol. Vamos a ver una puesta de sol…

-Pero tenemos que esperar…

-Esperar a que el sol se ponga.

Al principio pareciste muy sorprendido: luego, te reíste de ti mismo. Y me dijiste:

-¡Me creo siempre en mi casa!

En efecto. Todo el mundo sabe que cuando es mediodía en los Estados Unidos el sol se pone en Francia. Bastaría poder ir a Francia en un minuto para asistir a la puesta del sol. Desgraciadamente, Francia está demasiado lejos. Pero sobre tu pequeño planeta te bastaba mover tu silla algunos pasos. Y contemplabas el crepúsculo cada vez que lo querías.

-Un día, vi ponerse el sol cuarenta y tres veces.

Y poco después agregaste:

-¿Sabes?... Cuando uno está verdaderamente triste son agradables las puestas de sol…

-¿Estabas, pues, verdaderamente triste el día de las cuarenta y tres veces?

El principito no respondió."


Capítulo VI de El Principito de Antoine de Saint-Exupéry. (Página 20 de la edición cincuenta aniversario de EMECÉ)

viernes, 1 de marzo de 2024

Mudanza


He vuelto a casa pero no del todo,
me quedé un poco en los senderos.
Y, entre otras ocupaciones de fuego, 
me hice neófita en el templo floral
del Manzano de Campo.

Rituales de alabanza y gratitud
para atravesar la parte impiadosa 
de los días, 
de las revelaciones,
de mí. 



     
Fotos Tolhuin Ruprechtia Apetela/Manzano de Campo
en Loma Bola/Traslasierra/Córdoba.