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...o këmamëll, voz del mapudungún: "corazón del árbol", el centro, el meollo...

miércoles, 26 de octubre de 2016

Parto.

Ayer, una canción sin voz dentro de mí, una sucesión de letanías ~ de devociones mudas.
Yo, una figura de barro ~ seca ~ agrietada ~ sin el privilegio de la sed.
Ante mi mirada, colores difusos ~ imperfectos.
 
Ahora, mis ojos vuelven a ser mis ojos.
Mis manos ya no son puños que encierran gritos ahogados.

Tomo la arcilla, palpo su humedad. Amaso lenta pero firmemente hasta sentir el calor en los dedos ~ en las palmas y en los dorsos, hasta sentir el cambio de textura. 
 
Huelo la masa...


... Huelo la masa.

La llevo a los pies descalzos. La piso, la aplasto. Hundo mis plantas ~ mis talones, todos mis dedos en ella.

Me acuclillo, me acurruco para alcanzar nuevamente la arcilla con mis manos y mis ojos.

Empiezo a admirar las nuevas formas aunque parezcan informes. Descubro una curva, una saliente, un pequeño hueco. Descubro tonos, variaciones en una masa que en apariencia es monocromática. 

Estoy ante el milagro de la greda.

Soy yo otra vez cuando me encuentro moldeando. Yo en el barro, parida desde mis manos. Mis manos alas. Mis manos fuentes de calor. Mis manos caricias acomodando, redondeando, ahuecando, humedeciendo mi corazón también de barro. Mis manos que me asisten. Manos parteras.

Soy yo de nuevo, nacida también desde mis pies que son como manos.

Y tengo sed.

Aparecen las primeras piezas, instrumentos musicales: vasijas silbadoras, pifilkas, silbatos con sonidos ancestrales.

Mis manos me dan voz de nuevo. Ahora soy una canción.



(Fragmento de obra en proceso: Todos los árboles de Patricia Morante. Del Taller de Dramaturgia de Patricia Zangaro. La voz es del personaje "Aldana").










1 comentario:

  1. Conmovedor, Patri. Y tan, tan vos. Veo tus manos en esas manos parteras. Me emociona.

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